Si analizamos el posicionamiento de Caracas en los ranking más importantes del mundo que miden la calidad de vida, notamos como hemos sufrido un vergonzoso descenso desde el 2006 hasta la fecha, que nos ubica en los últimos escaños en materia de atracción de inversiones, sostenibilidad ambiental, proyección internacional, dice Zulma Bolìvar.
MIGDALIS CAÑIZÁLEZ
Este lunes la ciudad que conocemos como Santiago de León de Caracas arriba a su aniversario 449. Un cumpleaños que le toma en medio de una encrucijada de decisiones tanto para sus ciudadanos como para sus dirigentes. Sobre los retos que supone esta encrucijada El Universal conversó con Zulma Bolívar, presidenta del Instituto Metropolitano de Urbanismo.
- ¿Cómo ha evolucionado la ciudad en los últimos 20 años?
- Con mucho pesar debemos reconocer que nuestra ciudad al igual que el país, ha involucionado en las últimas dos décadas, siendo notorio y exponencial el deterioro de los últimos dos años. No ha habido mantenimiento de la infraestructura básica, ni planificación de obras nuevas, así como existe una total ausencia de Planificación de Políticas Públicas para el desarrollo sostenible de la nación.
En el caso de Caracas, una muy ineficiente gestión de los servicios públicos administrados por empresas del Estado, aunado al irrespeto a la institucionalidad y la imposición de instancias paralelas a las elegidas por el pueblo, han traído como consecuencia la ingobernabilidad de la ciudad y el caos ciudadano.
Si analizamos el posicionamiento de Caracas en los ranking más importantes del mundo que miden la calidad de vida de las ciudades, notamos como hemos sufrido un vergonzoso descenso desde el 2006 hasta la fecha, que nos ubica hoy por hoy, en los últimos escaños en materia de atracción de inversiones, sostenibilidad ambiental, proyección internacional, poder adquisitivo, accesibilidad y eficiencia de los servicios públicos, por solo citar algunos. Somos la ciudad más cara, con los peores salarios y con la más baja velocidad de conexión de internet, la más corrupta, con mayor inseguridad jurídica y con la más baja credibilidad en las instituciones.
Si Caracas fuera la capital de un país normal y se hubiera cumplido el mandato constitucional, ya contaría con una gobierno metropolitano fuerte, sólido y con todas las competencias y recursos requeridos para gerenciar un área metropolitana. Caracas, en democracia sería una metrópolis planificada, accesible y en movimiento, segura e integrada, ambientalmente sostenible, productiva y emprendedora, gobernable y ciudadana, tal y como prevé para el 2020 su Plan Estratégico.
- ¿Se identifica el caraqueño con su ciudad?
- Desde Catia hasta Petare, desde Chacao hasta al Hatillo, desde Caricuao hasta la Trinidad, todos somos caraqueños. A veces inclusive, extendemos la ciudad fuera de su ámbito legal y hablamos de una gran ciudad-región que llega hasta Guarenas-Guatire, los Altos Mirandinos, Vargas o los Valles del Tuy. Es muy difícil definir hasta dónde llega esa Gran Caracas, pero funcionalmente es la forma topográfico quien define su ámbito y es la Constitución de la República quien establece que está conformada por cinco municipios: Baruta, Chacao, Hatillo y Sucre del Estado Miranda, y Libertador del Distrito Capital.
Creo que todo el que vive en el Valle de Caracas, a las faldas de El Ávila se considera caraqueño, aunque no concientice la metropolitanidad.
Caracas es una sola ciudad, aún cuando los límites político la fragmenten en cinco entidades locales. Un continuo urbano, inseparable que vive y funciona como centro empleador y de servicios, concentrando el 84% de los empleos de la Región Metropolitana y cerca del 90% de la oferta de educación superior, cultura y recreación.
- ¿En qué se diferencia Caracas de otras grandes capitales de Latinoamérica?
- Creo que la mayor diferencia es que Caracas es la única Capital del mundo que sufre las enormes consecuencias del desencuentro político, la radicalización y el irrespeto de los poderes públicos.
Es la única capital del mundo con un alcalde preso injustamente hace diecisiete meses, aún cuando fue elegido y reelegido por amplia mayoría de la voluntad popular.
Es la única capital del mundo con instancias impuestas, desconocimiento de las autoridades locales y una total y completa desconsideración del Estado Nacional. Es la capital con mayor índice de ingobernabilidad del mundo y como consecuencia una de las pocas capitales que no avanza, que se quedó en un limbo jurídico, que por la descomunal pugna entre el Gobierno Nacional y la Autoridad Metropolitana no concilia intereses, no coordina actuaciones, no concreta voluntades.
Caracas es la única capital con clima primaveral todo el año, pero contamos con el índice más bajo de Latinoamérica de espacio público acondicionado por habitante. Por su estratégica ubicación geográfica Caracas pudiera haberse convertido en la capital de América del Sur, la puerta del Caribe y el vínculo con América del Norte. Con la adecuada administración de los recursos de la renta petrolera, debería tener cubiertas las necesidades básicas de sus ciudadanos y en pleno siglo 21 debería haber acabado con la pobreza e informalidad del 45% de su población que hoy habita en sectores no consolidados.
- Describa Caracas en una frase
- Una gran ciudad que quiere, puede y debe ser una gran metrópolis, libre, autónoma y sostenible.
- ¿Cómo ve la ciudad en 20 años más?
-Creo en la teoría de R. Buckminster que dice “la mejor manera de predecir el futuro es diseñarlo”. Caracas ha sido pensada, evaluada y planificada por profesionales, expertos, vecinos y visitantes, Caracas tiene un PLAN, con horizonte de diseño al 2.020, el Plan Estratégico Caracas Metropolitana 2020, instrumento guia para su recuperación y transformación, a través de seis líneas de actuación para lograr el verdadero desarrollo sostenible.
Un Plan desarrollado por la Alcaldía del Área Metropolitana de Caracas siguiendo la metodología del Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico Urbano (Cideu) que tiene en su haber más de 180 planes exitosos. Un Plan con visión integral que incluye todos los actores que hacen vida en la ciudad, pero cuya gestión en e implementación depende de la gobernabilidad, depende de la situación del país, del reconocimiento de la autoridad metropolitana y la recuperación de la democracia en Venezuela.
Ya alcanzamos un primer paso, con la aprobación en primera discusión del Proyecto de Ley para la restitución del Distrito Metropolitano de Caracas por nuestra nueva Asamblea Nacional, falta lograr el consenso necesario de la opinión pública y por su puesto, para poder imaginarme la Caracas del 2036 debo partir de una premisa: que logramos cambiar la dirección del país y acabamos con el modelo político que nos llevó al colapso. Sin cambio no hay futuro posible para Caracas ni para Venezuela.
El Universal
24-07-2016
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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