Construccion
La población tiene claras sus prioridades en este momento de crisis económica y rehabilitar o construir no lo es porque, además de la escasez, ha perdido capacidad de compra.
El primer semestre de 2016 las ventas de artículos ferreteros en Barquisimeto registraron caídas de entre 30 y 35%. Comerciantes del ramo lo atribuyen al incremento en los precios de los materiales y la escasez de materiales que alcanza 70%.
A juicio del presidente de la Cámara de Ferreteros en el estado Lara, Nelson Provesan, en la actualidad la primera prioridad para el venezolano son los alimentos, mientras que la adquisición de materiales para la construcción o remodelación pasó a un tercer plano. En consecuencia, la demanda del sector ha ido en picada.
El alza de precios no sólo ha tocado al constructor, las amas de casa también se las han visto ‘negras’ cuando se les daña por ejemplo un grifo, debido a que el de menor calidad cuesta 5 mil bolívares, aproximadamente.
Manifiesta que meses atrás no pasaba de los mil bolívares, mientras que para comprar un herraje hay que disponer en promedio de 2 mil bolívares. Las fallas en la distribución y comercialización de insumos para construcción han ocasionado la disminución de proyectos en la ciudad, sobre todo de viviendas, expresa.
En ese sentido, Francisco Mendoza, presidente de la Cámara de la Construcción del estado Lara, coincide en que la constante variación de los precios de los materiales de la construcción complica la construcción de obras inmobiliarias, las cuales han mermado 90%. Explica que los presupuestos para una obra tienen vigencia de sólo 10 días. Y en muchos casos los empresarios piden los materiales y así se evitan mayores complicaciones. “En estos tiempos es muy difícil calcular el precio de los materiales porque cada semana se registra un aumento, eso afecta el normal desarrollo de la obra”, insistió.
Pese a que en un momento dado el cemento premezclado fue una alternativa para las constructoras, el incremento en el costo de los componentes para su fabricación ha imposibilitado la utilización del mismo. La arena fina, por ejemplo, a mediados del año pasado costaba 25 mil bolívares y en la actualidad se cotiza en 50 mil bolívares por cada 6 metros cúbicos.
La diferencia de costos entre los insumos regulados y los que se consiguen en el ‘mercado negro’, es para los constructores otra piedra en el zapato. La diferencia entre uno y el otro supera el 200%, tomando en cuenta que un saco de cemento maneja un valor oficial menor a los mil bolívares, y los especuladores lo ofertan hasta en 4 mil bolívares. Mientras que una cabilla de 12 metros que maneja un precio controlado inferior a los 1.300 bolívares, es comercializado de manera informal en más de 7 mil bolívares.
“Necesitamos que el Gobierno otorgue confianza al sector privado para retomar proyectos de hace años. Ningún empresario va trabajar para perder”, puntualizó Francisco Mendoza.
Jaiglenis Guédez Castillo
El Informador
13-07-2016
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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