Fotos: @HaimanVZLA
por Félix Gutiérrez
Barquisimeto.
En las colinas del sector Veragacha de Barquisimeto, la capital del estado Lara, los vientos son demasiado fuertes. A veces la brisa impide que las personas puedan moverse en sus colinas con la agilidad deseada. Este es precisamente uno de los obstáculos que enfrentan los trabajadores de la construcción del monumento Manto a María, que se erige en esta entidad del centro occidente venezolano en honor a la Virgen Divina Pastora, la patrona espiritual de los larenses.
Esta obra la construye el Gobierno en una colina de 40 metros de altura de este sector, Veragacha, al lado de la autopista Circunvalación Norte de Barquisimeto.
En esta colina, los vientos son aún más fuertes. Este elemento es uno de los retos asumidos en la edificación del monumento de dos torres de concreto armado, cada una de 60 metros de altura, equivalente a un edificio de 22 pisos.
Es un gigantesco monumento que en la zona central lleva una obra cinética de más de 45 metros de altura, una estructura que consta de 725 tubos de aluminio, equivalente a más de 13.000 metros lineales de estos materiales, que han comenzado a colocarse en la obra.
"En el día, los vientos son muy fuertes, razón por la cual la colocación de los tubos de aluminio se hace en la noche, cuando el viento es de menos intensidad", explicó el director estadal del Ministerio para Transporte Terrestres y Obras Públicas, Elis Colmenares.
Destacó que este elemento, entre otros, ha sido uno de los desafíos de esta construcción que la ingeniería criolla asume con éxito.
Materia prima y mano de obra criolla
Ilyich Ujel es uno de los 500 trabajadores de esta obra, que comenzó a erigirse en julio de 2014 con una inversión inicial de 400 millones de bolívares del fondo de inversiones de la Oficina Nacional del Tesoro (ONT), aprobados por el presidente de la República, Nicolás Maduro.
Ujel, de 29 años de edad, es analista de sistema y labora en una empresa privada especializada en obras de ingeniería de altura, como el Manto de la Virgen. Es uno de los trabajadores encargados de la colocación de tubos a más de 40 metros de altura sobre la superficie.
"A mí siempre me ha gustado el trabajo en las alturas", aseveró con su casco, guayas y otros elementos de seguridad sobre su cuerpo. "Cada uno de los tubos de aluminio tiene diámetros distintos. Hay que subirlos con cuidado a través de tramoyas y otros elementos de construcción de altura", relató el joven.
Los encargados de colocar la obra cinética suben por el ascensor de construcción o las escaleras y luego deben bajar al vacío a través de cuerdas de seguridad para realizar el trabajo de rigidización, que consiste en unir unos tubos con otros para evitar el movimiento con el viento. Esto lo hacen en las noches y durante el día, cuando la brisa no bate tan fuerte.
"Para mí y todo el equipo de trabajo (trabajar aquí) tiene un gran significado. Trabajamos en el monumento mariano más grande del mundo. Eso para nosotros es un honor, sentirnos parte de este proyecto que, además, reafirma nuestra fe religiosa y contribuirá con el desarrollo turístico de la región", señala.
Los trabajadores de la construcción son venezolanos, los materiales para erigir el monumento provienen de las empresas básicas nacionales y la armadura de los tubo de aluminio especiales para la obra cinética se realizan en Lara. "Esta obra es enteramente venezolana. Esto nos hace sentirnos sumamente orgullosos de lo que somos y de lo que hacemos", resaltó Colmenares.
Lista este año
El viceministro de Vialidad y Obras Públicas, Bernardo López, visitó el pasado 21 de octubre la construcción para una inspección. "El monumento será entregado en el mes de noviembre", recalcó entonces. La infraestructura registraba entonces "un avance de más de 82%, y se ha comenzado a colocar la obra cinética central de la obra".
Resaltó la dimensión de esta infraestructura. "Estamos hablando del monumento mariano más alto del mundo, que se erige precisamente en este estado", donde se realiza la procesión religiosa más multitudinaria de Venezuela y una de las más grandes de América Latina, como es la peregrinación de la Divina Pastora, cada 14 de enero.
Recordó que la obra se inició con una inversión de 400 millones de bolívares, pero en la actualidad supera los 1.000 millones de bolívares.
El monumento lleva 2.500 metros cúbicos de concreto y 427.000 kilogramos de acero de alta resistencia, y se ha realizado el movimiento de más de 200.000 metros cúbicos para la construcción, que incluye las terrazas, caminerías y estacionamiento.
La infraestructura tendrá escaleras y ascensores, un santuario, una café y miradores, desde los cuales los visitantes podrán apreciar parte de Barquisimeto y casi toda la población de Cabudare.
AVN
28-10-2015
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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