La escasez de cemento y cabilla no es lo único que ha afectado al sector, otros insumos de acero, eléctricos y plásticos han estado intermitentes en las ferreterías. Esta situación no solo hace que los presupuestos varíen constantemente, sino que los maestros de obra tengan que sustituir los materiales por otros que se les parezcan, disminuyendo así la garantía de entregar un trabajo de calidad.
Los guayaneses aseguran que para modificar un área de su vivienda u oficina, deben recorrer los comercios varias veces por semana o anotarse en "largas listas" para obtener los materiales, reunirlos y poder empezar. Además de tener que ajustarse a precios "muy por encima de lo que marcan", deben esperar que puedan ser despachados.
Los grandes empresarios también han tenido que ingeniárselas, al punto de tener que recurrir a terceros para hacer sus pedidos para, finalmente, recibirlos y continuar sus trabajos. Algunos fueron consultados y expresaron su preocupación por las promesas que les han hecho a sus clientes de entregar, cuanto antes, tanto locales comerciales como viviendas y apartamentos.
Autoridades nacionales han reconocido en distintas oportunidades la problemática existente, atribuyendo la escasez a la "falta de planificación" de los principales proveedores. Óscar Gómez, presidente de la Cámara de la Construcción del estado Bolívar (CCEB), manifiesta que "lo poco que se produce va orientado a las construcciones de la Gran Misión Vivienda Venezuela, quedando desabastecidos los diferentes centro ferreteros de la ciudad y afectando no solo a los constructores sino también a las comunidades que desean invertir en la mejora de sus viviendas y otras obras de infraestructura".
RETRASOS, ESCASEZ Y FALTA DE DIVISAS
A la lista se suma el acero de refuerzo y materiales de plomería como grifos, llaves de paso y tubos con roscas; también los de electricidad, que tienen componentes importados. Las restricciones en el acceso a las divisas han originado la escasez, y lo poco que hay disponible se consigue a precios superiores a los regulados por el Gobierno nacional y controlados por la Superintendencia de Precios Justos.
Otra de las razones que ha alterado notablemente la estructura de costos de las empresas que ofertan estos insumos, es la dificultad que se presenta al momento de hacerle mantenimiento a las maquinarias y equipos de construcción, ya que los repuestos tampoco están a la mano, pues la mayoría de estos necesitan ser importados.
De lo dicho anteriormente es que vienen los retrasos en la obtención de autorizaciones para construir por parte de las alcaldías, de los ministerios y de los entes de servicios como Corpoelec, Hidrobolívar, entre otros, que también juegan un papel importante en las obras que se construyen en la ciudad. Al presentarse estos retrasos, se prolonga considerablemente la ejecución de los proyectos y se altera el precio de venta fijo en las viviendas.
Gómez sugiere que para incentivar a los inversionistas, "se deben aprobar leyes que beneficien tanto a los constructores como a los consumidores", y que para ello es necesario "sincerar la economía y cambiar las políticas de controles y leyes punitivas aprobadas en los últimos años".
EFECTOS NOTABLES
Recientemente, en Maturín, estado Monagas, fueron incautados 672 sacos de cemento que mantenían acaparados en la empresa Cermallas Import, C.A. La posterior venta se realizó bajo la supervisión de la Superintendencia de Precios Justos, y el dueño debió cancelar mil unidades tributarias, o lo que es lo mismo que 147 mil bolívares.
De la misma manera, los conflictos en la Siderúrgica del Orinoco Alfredo Maneiro (Sidor) también han tenido un fuerte impacto en la economía del país y en el sector ferretero, no solo por la baja producción de cabilla que ha registrado la empresa, sino por la exportación de los materiales que se fabrican en sus instalaciones. Los comerciantes locales son los principales afectados al no poder cumplir con los pedidos de sus clientes.
Los mayoristas de la zona expresaron su inconformidad con la cantidad de insumos que les llegan "de vez en cuando", pero al mismo tiempo reconocieron que la "situación país" ha forjado este escenario. Las colas no se ven solo en los supermercados y farmacias, sino también en las ferreterías cuando se avizora algún material, en especial el tan anhelado cemento.
Manuel Carpio, vendedor de un reconocido centro ferretero en la avenida Manuel Piar, de San Félix, todos los días es testigo de la realidad que vive el sector construcción, y en minutos narró lo que sucede en su lugar de trabajo: "La gente se aglomera aquí, así no haya nada. Apenas ven un camión o una gandola se instalan afuera hasta que se autoriza la venta. A veces discuten entre ellos mismos porque todos quieren pasar de primero. Si no vendemos al instante nos insultan, lo que no entienden es que ya esto no es como antes.
Otra de las cosas que no entienden los clientes es que los productos importados aumentan de precio todas las semanas, entonces cuando vienen a comprar lo mismo en días diferentes se asombran con los montos".
MATERIALES PRECIO
Bloques de 10 y 15'' Bs. 15 (la unidad)
Cemento Bs. 50 (el saco)
Pasta profesional Bs. 1.200 (el cuñete)
Pegamento para baldosas Bs. 150 (el saco de 15Kg.)
Caico Bs. 520 (el metro)
El Diario de Guayana
18-09-2014
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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