IGOR HERNÁNDEZ
La dinámica particular del mercado petrolero presenta un reto considerable para aquellos que han intentado anticipar nuevos desarrollos y cambios de tendencias en sus principales variables. Por ello, los organismos especializados en el tema deben manejarse sobre distintos escenarios. Sin embargo, existen puntos de concordancia entre instituciones, que proveen información hacia el mercado en el que se ubicará Venezuela en el futuro.
En primer lugar, se espera que la demanda mundial de crudo tenga un incremento promedio anual entre aproximadamente 0,9 mmbd (OPEP) y 1,1 mmbd (AIE) entre 2012 y 2018, y los combustibles fósiles aún concentrarán la mayor parte del consumo de energía en las próximas décadas. Sin embargo, existen varios elementos a considerar: por un lado, el petróleo disminuirá su participación dentro del consumo de energía, debido a la entrada de combustibles como el gas natural, y por otro, el crecimiento de la demanda se concentrará en la región de Asia Pacífico, en lugar de EEUU, país que ha reducido sus importaciones de crudo y se plantea que cubra todas sus necesidades energéticas domésticamente para 2035. Además, la introducción de medidas de eficiencia en energía, en concordancia con acuerdos sobre cambio climático, limita en gran medida un mayor aumento en la demanda de petróleo como combustible.
Por otro lado, se espera que la oferta de crudos No-OPEP y líquidos de gas natural tenga un crecimiento ligeramente inferior a los 6 mmbd entre 2012 y 2018, principalmente por el desarrollo de crudos no convencionales tanto en Canadá como en EEUU, y luego de países que incluyen Brasil, Rusia y otros de la región del Mar Caspio. El contexto de altos precios petroleros ha incentivado el desarrollo de nuevas tecnologías que hacen posible las inversiones que sostengan este incremento. El acuerdo de esta semana en la OPEP de no elevar los niveles de producción, y la previsión de que dichos niveles se mantengan así por los próximos años, impone restricciones sobre el espacio que tendrían los países miembros hacia el futuro, y la misma OPEP espera que entre 2020 y 2035 su participación de mercado se ubique entre 31 y 35%, un nivel inferior al observado en 2012. Existe además la expectativa de que países como Iraq y Arabia Saudita expandan sus niveles de producción actuales, sin contar los efectos de que habría sobre el entorno iraní y lo relacionado con el posible levantamiento de las sanciones impuestas.
Esto introduce interrogantes para Venezuela, referidas a la posibilidad de asegurar las colocaciones de crudo, dada la competencia proveniente de Canadá para suplir el mercado estadounidense y la desventaja geográfica respecto a países del Medio Oriente para suplir de crudo a países como India y China, y la introducción de nuevos actores, con restricciones de actuación dentro de la OPEP, que colocan presión sobre nuestro país y la oportunidad que tendría de explotar su potencial. El tiempo para responder estas y otras interrogantes se agota paulatinamente.
Coordinador del Centro Internacional de Energía y Ambiente - IESA
@ihernandezr11
El Universal
10-12-2013
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