La avenida Intervecinal de Santa Mónica queda obstruida por maquinarias y vehículos que se dirigen al urbanismo de la Misión Vivienda
Residentes se quejan de la inseguridad y temen que los servicios colapsen cuando se inauguren los inmuebles
Es mejor caminar por el medio de las calles que por las aceras
MAIVY GÓMEZ
Habitantes de Cumbres de Curumo, en el municipio Baruta, se han visto afectados desde que comenzó a construirse el urbanismo de la Misión Vivienda, en la avenida Intervecinal que conecta los municipios Libertador y Baruta. Pese a la presión de los vecinos ante el organismo encargado de las obras, no se han tomado en cuenta las quejas y el problema persiste.
La protesta del lunes de los obreros de la Misión Vivienda generó un caos en la zona, que en menor escala afrontan todos los días quienes residen en zonas aledañas a la construcción. Federico Estaba, miembro del consejo comunal de Cumbres de Curumo, expresó que la comunidad nunca fue notificada sobre el comienzo de las obras. El tránsito es el principal problema, debido a la congestión que causan los carros que estacionan afuera del urbanismo, que obstaculizan la estrecha vía.
Estaba señaló que la inseguridad ha aumentado significativamente desde que comenzó la construcción. “Se ven muchísimos más motorizados que antes, que arrebatan carteras y bolsas. Estamos a la espera de que los apartamentos sean habitados, para de alguna manera buscar que nos tomen en cuenta y poder conversar con los propietarios para establecer normas de convivencia y vivir en armonía.
Yolanda Anderson, presidente de la Asociación de Vecinos de Cumbres de Curumo, agregó que pese al patrullaje de la Policía de Baruta, la inseguridad se ha incrementado. “Nunca hemos sido tomados en cuenta por la Misión Vivienda con respecto a esos edificios, que han ocasionado tantos problemas. Sólo esperamos que los habiten para ver cómo se presenta la situación”.
Edgar Jaua, arquitecto y residente de Cumbres de Curumo, explicó que el terreno donde se lleva a cabo la construcción no es apto para tantos inmuebles. Señaló que inicialmente el gobierno nacional programó la construcción de 200 apartamentos y actualmente están en ejecución 800 viviendas en 6 torres, para las que no se tiene previsto un plan de ampliación de la vialidad ni de los servicios.
En su opinión, el funcionamiento de los servicios de agua potable y aguas servidas sería pésimo. Los vecinos reportan que el suministro de agua es intermitente y les preocupa que cuando el urbanismo sea habitado los drenajes no soportarán el aumento de la población.
Cuando empezaron las obras, en 2011, los habitantes de residencias cercanas protestaron en varias oportunidades por la instalación de una planta de concreto que surte material a la obra. Se quejaban por afecciones respiratorias y contaminación sónica. Ahora esperan que se puedan establecer normas de convivencias con quienes serán los nuevos vecinos.
Lo Dijeron
Cristina Álvarez. Residente del sector
“La zona se ha llenado de motorizados que nunca se habían visto por aquí con tanta frecuencia y en ocasiones se quieren pasar de listos. La inseguridad del sector aumentó justamente con la llegada de los obreros. Justo el lunes trancaron la avenida Intervecinal, colapsó el tránsito y el caos fue peor. Servicios públicos como el agua han empeorado”.
El Nacional
05-12-2013
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