El proceso de afectación de los 45 negocios y las viviendas del Barrio La Lucha, tal como las obras, está paralizado, lo que causa incertidumbre en los involucrados
ELISA VÁSQUEZ
El 21 de mayo de 2008 Felice Pennimpede recibió la noticia de que su electroauto ubicado por más de 30 años en Boleíta, en la calle San Isidro con Avenida Rómulo Gallegos, tendría que mudarse. La C.A. Metro de Caracas incluyó su local en la lista de los 45 bienes que cederían sus espacios a la construcción del tramo de la Línea 5 del metro entre las estaciones Miranda II y Warairarepano.
En ese momento pensó que en 2013 su negocio ya se ubicaría en otro lugar. No sospechaba que la expropiación superaría los cinco años. Hoy se prevé que falte todavía más tiempo.
En 2008 le dijeron a Pennimpede que en 2012 habría concluido el proyecto, el cual se encuentra actualmente en la mitad de su período de ejecución -entre 2007 y 2018-, y lleva solo 15,52% de avance físico, según informa la ficha técnica.
Un proceso frustrado
En un Aviso de Afectación publicado en prensa se solicitó iniciar un Arreglo Amigable con la compañía a 45 bienes comerciales ubicados en el tramo comprendido entre Los Dos Caminos, Montecristo, Boleíta, El Marqués y La Urbina-Petare.
Pennimpede permitió que un perito de la compañía realizara un avalúo para alcanzar una indemnización justa. Por ser inquilino le hicieron una propuesta por concepto de mudanza de Bs 70.000. "En ese momento esa cifra no alcanzaba ni para comprar un auto, y yo estaba perdiendo un punto con clientes fijos de larga trayectoria", expresó el dueño del electroauto. Este contacto con el Metro, hace dos años, fue el último que realizó.
Golpe al bolsillo privado
El compromiso de la compañía fue cubrir los gastos del peritaje, pero comercios tradicionales ubicados en futuras estaciones de la línea (quienes pidieron no ser identificados por temor a represalias) aseguraron que todos los años reciben notificaciones de distintos oficiales del Metro pidiendo nuevos papeles, los cuales requieren la contratación de un abogado y de gastos que no pueden permitirse, para ver luego abandonado el procedimiento.
Calculan que han tenido que erogar unos Bs 300 millones desde 2008 para costear las solicitudes que les formulan los funcionarios en cada visita.
¿Seguir creciendo o mudarse?
Miguel Mónaco, propietario de un depósito a pocos metros del electroauto, entregó sus avalúos y recaudos al Metro en 2008, y enseguida comenzó a buscar locales en otras zonas para instalar su negocio, pero nunca recibió una propuesta de indemnización. "Perdí mi tiempo viendo otros establecimientos. Si me daban lo justo me mudaba a otro lugar, pero sin recibir el dinero no puedo".
Aquellos que pidieron anonimato confiesan que ya no esperan por las obras y más bien han puesto su negocio a crecer.
Similar es el caso de la tienda Daka, construida después de que el lugar fuera seleccionado como espacio afectado.
Mónaco y Pennimpede se preguntan por qué se permitió ese nuevo edificio, ya que ellos temen hacer renovaciones o ampliaciones en sus negocios para no perder luego la inversión.
Presupuesto es lo que falta
De acuerdo a un experto ferroviario ligado a la compañía del Metro, quien pidió que no se publicara su nombre, la obra de la Línea 5 cuenta con el mayor retraso de todos los proyectos actuales de la compañía.
Explicó que las expropiaciones desde las futuras estaciones Miranda II hasta Warairarepano no han iniciado por déficit de financiamiento. Resaltó que el atraso no implica cambios en el proyecto y confirmó que la ruta y las zonas afectadas siguen siendo las mismas.
El Universal intentó conseguir información sobre el caso con voceros del Metro pero no se pudo lograr pues se encontraban en otras actividades.
evasquez@eluniversal.com
Wilmer Toro, miembro del Consejo Comunal La Cruz-Bicentenario, explicó que hace cuatro años la C.A. Metro de Caracas realizó mediciones y fotografías de las casas más cercanas a la Avenida Rómulo Gallegos. "En las reuniones que tuvimos con la oficina de labor social del Metro nos indicaron que posiblemente una franja de cuatro casas de la avenida hacia dentro tendrían que ser demolidas porque las vibraciones de las obras podrían tumbarlas".
Hace dos meses Toro visitó la sede de Parque del Este de Odebrecht, la empresa constructora del subterráneo, donde se reunían antes con personal de la compañía Metro. "Fui porque ya teníamos mucho tiempo sin información, y los funcionarios me dijeron que para nuestra zona no había personal trabajando, así que no sabemos si van a eliminar las casas".
A la larga espera se le suma el temor. La vecina María Esperanza Sanz cree que cuando las excavaciones avancen, su casa, a pocos metros de la Rómulo Gallegos, puede perecer, ya que el segundo piso tiene una grieta que lo divide en dos.
Ante los cambios, el barrio quiere mejorar. Pidieron a la compañía la construcción de una cancha deportiva en el terreno del local Autos Peppino (en la acera contraria de la avenida) cuando se haga la estación Boleíta. EV
TRAZADO DE LA ESTACIÓN BOLEÍTA Y BIENES AFECTADOS
El Universal
19-07-2013
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
Administrador del Grupo Yahoo Corredor_Inmobiliario
Asesor Inmobiliario, de Seguros e Inversiones
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