martes, 25 de junio de 2013

Invasiones impusieron la ley del miedo en San Bernardino

Al menos nueve inmuebles han sido tomados de forma ilegal desde 2005

ANYIMAR COVA LUGO

Cuando se le pregunta a los residentes de San Bernardino por las invasiones en la urbanización piden anonimato antes de contestar. "Cómo hace uno para hablar sin miedo si el invasor es tu vecino", dice el dueño de un comercio. Al menos nueve edificaciones, la mayoría estructuras de principios de los 60, están tomadas en la zona.

Inseguridad y temor. Eso es lo que han traído las tomas ilegales de inmuebles en una parroquia residencial donde abundan las personas de tercera edad, los centros de servicio médico y los planteles educativos, según relata la vecina Rebeca Senia.

Residentes se han impuesto un toque de queda después de las 6:00 p.m. porque la criminalidad ha aumentado, pero no así el patrullaje que, antes del lanzamiento del plan Patria Segura, era realizado por apenas 30 funcionarios en un territorio que abarca poco más de 12 km2 y tiene casi 27 mil habitantes.

"Los fines de semana son de anarquía y fiesta. Uno no duerme de viernes a lunes por el escándalo", dice un vecino sobre una quinta invadida en la calle José Félix Ribas. Asegura que ya se han denunciado a la policía los problemas de convivencia sin obtener resultados. Tampoco ha habido respuestas sobre el robo de luz y agua.

Otra vecina de la Av. Los Próceres explica que la consecuencia directa de las tomas ilegales se ha visto sobre el transporte. En un día reportan hasta cinco robos en unidades públicas con el mismo modus operandi: una persona sube al bus, roba al conductor y a los pasajeros y escapa de parrillero en una moto. "Usan los edificios invadidos como guaridas. Ni la gente ni la policía se meten para allá".

Por su parte, Senia agrega que ha habido invasiones mixtas en las que un espacio ocupado es tomado. Ocurrió en 2010 en el edificio Andes (Av. Sorocaima), en donde los invasores de un local en la planta baja ocuparon también un apartamento en el piso uno, apoderándose de las pertenencias de su inquilino.

"La policía ha ido infinidad de veces al Andes. A nosotros nos da terror pasar por esa acera. Yo tengo 40 años en San Bernardino y nunca había tenido tanta zozobra como ahora", precisa un comerciante.

Las invasiones comenzaron a verse en el centro de Caracas desde 2003 de la mano de Lina Ron y Yazmín Manuitt, pioneras en el uso de símbolos del Gobierno para ocupar espacios. En San Bernardino el boom empezó entre 2005 y 2007 durante la gestión del exalcalde Juan Barreto, cuando se ocuparon los edificios Kern (Av. Los Próceres con Av. Fajardo) y Valderrey (Av. Ávila con Av. El Parque).

Ambos fueron expropiados en 2011 mediante dos decretos publicados en la Gaceta Oficial N° 39.682 para ejecutar la "reivindicación del derecho a la vivienda"; a través de obras coordinadas conjuntamente con el Movimiento de Ocupantes de Edificios Organizados de Venezuela. Sirvió el documento como aval oficial para estas y otras 42 irrupciones a la propiedad privada ocurridas en Libertador.

En la actualidad los intentos de toma no han cesado, según detalla Carlos Julio Rojas, vocero del Frente en Defensa del Norte de Caracas. En este año,. una quinta ubicada en la Av. Francisco Javier Ustáriz y un terreno en la Marqués del Toro fueron objeto de tomas ya desalojadas. También al estacionamiento de la Quinta de Anauco (Av. Panteón) llegaron, en dos oportunidades, familias que buscaban asentarse allí. Desde entonces el área está custodiada por vecinos del barrio Los Erasos que, si bien impidieron la toma, ahora esperan que se concrete un proyecto habitacional.

"La única forma de combatir las invasiones es la organización comunitaria", dice Rojas sobre el trabajo que desde hace un año realiza el Frente con la Red Vecinal del Norte de Caracas.

San Bernardino es muestra de lo que han sido las invasiones, un fenómeno que de 2003 a agosto de 2012 ha registrado 957 edificios, terrenos y galpones tomados ilegalmente en el Área Metropolitana, según cifras de la Asociación de Propietarios de Inmuebles Urbanos (Apiur).

¿El denominador común? La impunidad con la que en la mayoría de los casos actúan los tomistas frente al respaldo, por acción u omisión, de organismos del Estado.

acova@eluniversal.com

El Universal
21-06-2013

Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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