Zonas de Chacao cambian de uso

Más comercios para La Castellana y Altamira y mayor densidad en Floresta

MIGDALIS CAÑIZÁLEZ V.
El Plan de Desarrollo Urbano Local (PDUL) de Chacao plantea una serie de modificaciones urbanas que han puesto en alerta a los vecinos. En los casos de Altamira y La Castellana proponen uso mixto a partir de la sexta transversal; y en la urbanización La Floresta, que es una de las más antiguas del municipio, permitir la integración de parcelas.

Enrique Cárdenas, directivo de la Asociación de Residentes de Altamira y La Castellana (Aruaca), afirma que si bien todos los vecinos organizados de Chacao están de acuerdo con el PDUL, concretamente en estas modificaciones, afirman no haber sido tomados en cuenta.

Dijo Cárdenas que en el caso de Altamira, la alcaldía está planteando permitir usos mixtos (residencial y comercial) hasta la sexta transversal de la urbanización, donde esta la clínica Ávila. Actualmente, ese uso llega solo hasta la quinta transversal, y "eso no podemos permitirlo, porque justo allí donde está la clínica El Ávila se han generado una serie de problemas de congestionamiento que se agudizarían si es aprobada esta modalidad".

Mientras, en La Floresta, el plan permitirá la integración de parcelas (550 metros) para conjuntos residenciales unifamiliares y bifamiliares.

Entre las tres urbanizaciones habitan más 8 mil familias (unas 40 mil personas), de acuerdo con datos de los vecinos, en los terrenos urbanísticamente más costosos del municipio, si se excluye al Caracas Country Club.

La presidenta de la Asociación de Residentes de La Floresta (Aruflo), Marianela Ostili, reconoció que en las consultas que han hecho sobre estos cambios hay vecinos unos a favor y otros en contra, "pero la idea es resolver el problema de los anexos que se han construido, y en todo caso, legalizarlos".

Por su parte, Cristina Weber, directora de la Oficina Local de Planeamiento Urbano de Chacao, aclara que lo que se busca con el PDUL es aumentar la población residencial en el municipio. "Este proceso de elaboración del plan tiene tres años y pasamos por una fase de diagnostico y participación activa de los vecinos. Seleccionamos representantes técnicos vecinales de todas las urbanizaciones", afirmó.

En el caso de La Floresta explicó que "son muy pocos los cambios; se mantiene el uso residencial y cambia la zonificación para sincerar las parcelas. Actualmente se puede conseguir hasta a cinco familias viviendo en una casa".

Explicó que se plantea ampliar el uso de la manzana donde está ubicada la clínica a La Floresta, para que se puede resolver el problema de congestionamiento de tránsito que existe en la zona.

Casos emblemáticos

La destrucción de las casas de los años 30 y 40 en las urbanizaciones de Country Club y Campo Alegre y la demolición del Edificio Galipán en la Francisco de Miranda (2000), al igual que transformación a uso comercial de El Rosal son solo algunos casos emblemáticos en este municipio que han acabando con la memoria urbana.

Para Hannia Gómez, presidenta de la Fundación de la Memoria Urbana, el crecimiento de la ciudad "es el resultado de una sumatoria de las acciones individuales que ha estado centradas en ordenanzas que se basan más en la zonificación y cambios de usos que en la forma armónica de la preservación de valores patrimoniales".

A pesar de que aclara que no conoce con precisión las propuestas del PDUL, afirmó que "el hecho de que se permita la unión de parcelas en La Floresta significa la destrucción de la urbanización, porque todo el mundo va hacerlo, lo que aumentará la densidad".

El Universal
14-03-2013

Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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