Un modelo que se hace insostenible

El país se encamina hacia un año de menos crecimiento y alta inflación

La dependencia en las importaciones crece hasta niveles récord
VÍCTOR SALMERÓN
Obligado a generar sensación de bonanza durante la campaña electoral que se avecina, el Gobierno hará esfuerzos para contener la inflación y disminuir la escasez, principalmente, acelerando la entrega de dólares para importaciones, pero la economía comienza a mostrar desequilibrios de una magnitud tal que desnudan problemas de fondo en el modelo.

Las masivas dosis de gasto público en salarios, subsidios y pensiones han disparado el consumo de las familias hasta el nivel más elevado en quince años, pero la producción nacional está muy lejos de satisfacer la demanda y por ende las importaciones alcanzan montos insostenibles.

El Banco Central precisa que en 2012 los productos provenientes del exterior representan 33,3% de la oferta total en la economía, versus 20,9% en 2004, año en que comienza el ciclo de altos precios del petróleo y el gasto público inicia el ascenso.

La consecuencia es que al tomar en cuenta los dólares que se requieren para importar, pagar deuda externa, viajes, transferencias, cada vez se requiere que el barril de crudo se cotice a mayores precios porque Pdvsa no ha podido aumentar la producción y no es posible elevar el ingreso con mayor volumen en la venta de crudo.

El cuarto trimestre de 2012 es ilustrativo. A pesar de que el precio del petróleo se cotizó en el elevado promedio de 98 dólares el barril y el país recibió por exportaciones 24 mil 626 millones de dólares, los gastos, principalmente por importaciones, fueron de tal magnitud que la cuenta corriente de la balanza de pagos cerró con un déficit de 598 millones de dólares.

Para cubrir el déficit el país tuvo que recurrir al endeudamiento o disminuir el saldo de las reservas internacionales y si bien no se trata de un monto desmesurado es la primera vez que Venezuela sufre un desajuste de este tipo en medio de un ciclo de altos precios del petróleo.

El desequilibrio obligó a tomar medidas y el Gobierno devaluó la moneda el 9 de febrero con una doble intención. Obtener más bolívares por los petrodólares para cubrir gasto público y encarecer las importaciones a fin de frenar el ascenso, pero el desajuste continúa.

A 6,30 bolívares el dólar sigue estando muy barato, de hecho, Ecoanalítica calcula que el tipo de cambio de equilibrio es de 9,4 bolívares y por tanto la demanda de divisas continuará siendo elevada.

Otro factor a tomar en cuenta es que en un entorno de control de precios, control de cambio y expropiaciones la inversión privada se ha desplomado (los últimos datos disponibles reflejan un declive de 43% entre 2007 - 2010) y la producción de la industria manufacturera es 10% menos que en 2008, por lo tanto hay poco espacio para disminuir la dependencia en las importaciones.

La decisión del Gobierno de recortar la entrega de divisas después de las elecciones presidenciales del 7 de octubre y el declive de la producción nacional ha impulsado la escasez de productos básicos hasta lo más elevado desde enero de 2008 según datos del Banco Central de Venezuela.

Al mismo tiempo el desequilibrio entre la oferta y la demanda se traduce en una inflación que se proyecta sobre 30% para este año.

Sin un alza inesperada de los precios del petróleo el Gobierno tendrá que recortar el gasto, lo que unido a la devaluación, se traduciría en menos crecimiento e inflación elevada durante 2013.

El Universal
07-03-2013

Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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