"Misión Ciudad"

La Misión Vivienda terminará en fiasco y sus beneficiarios descubrirán que no les convenía
MARCO NEGRÓN
Desde que fue anunciada, quien escribe calificó de propaganda electoral engañosa a la llamada Gran Misión Vivienda. Esta verdad sigue en pie pese al esfuerzo hecho por el gobierno en los últimos dos años, importante en comparación con los primeros doce de su morosa gestión pero insuficiente.

Las razones de este juicio se han ido desmenuzando a lo largo de varios artículos, pero ahora se quiere insistir en un aspecto sustancial no siempre cabalmente comprendido: en una operación clientelar gigantesca no sólo se ha dejado de lado la ciudad, sino que no se ha tenido el menor empacho en agravar su galopante deterioro. En una urbe colapsada en su infraestructura, con una economía asfixiada y por tanto cada vez menos capaz de ofrecer empleos dignos, con equipamientos insuficientes y obsoletos y un espacio público deteriorado y deficitario, la mejor de las viviendas carece por sí misma de capacidad para elevar a sus habitantes a la noble categoría de ciudadanos: al contrario, la descarada componente clientelar de la "misión" no hace otra cosa que remachar la condición de súbditos de los adjudicatarios.

Pero además la ciudad no es sólo la componente física: ella es el resultado de un prolongado y complejo proceso histórico que conduce a la construcción de la individualidad, a la capacidad de cada ser singular de diferenciarse del común, de la masa. Eso es lo que, aunque muchos no lo entiendan, ha logrado ese 60% de los venezolanos que han construido sus casas en las barriadas informales de nuestras ciudades: más allá de las carencias urbanísticas, ellos se han convertido en habitantes de las ciudades no por concesión de nadie, sino por su indeclinable voluntad de serlo, venciendo obstáculos y prejuicios de todo tipo.

El deber del Estado para con ellos -para con todos- es apoyarlos en lo que el esfuerzo individual no puede atender: la construcción de los equipamientos y servicios urbanos, como hace en el resto de la ciudad. Hoy su gran tarea es la de construir ciudad, obra colectiva por excelencia: la vivienda, siempre, la hemos conseguido los ciudadanos con nuestro esfuerzo individual y como mejor convenía a nuestras necesidades. Sin encuadrarse en una "Misión Ciudad", la Misión Vivienda terminará en fiasco y sus beneficiarios descubrirán que la tipología en que los encapsularon no era la que les convenía.

marco.negron@gmail.com @marconegron

El Universal
06-03-2013

Recopilado por:
Lic. Henry Medina
Administrador del Grupo Yahoo Corredor_Inmobiliario
Asesor Inmobiliario, de Seguros e Inversiones
twitter: @Henry_Medina
hmedina30@yahoo.es
Linkedin: http://ve.linkedin.com/pub/henry-medina/21/59b/59b

http://es.groups.yahoo.com/group/corredor_inmobiliario/