martes, 4 de diciembre de 2012

El país camina hacia un ajuste a pesar del boom petrolero


Ingreso del Gobierno se duplicó pero en cinco años la pobreza solo cayó 4,1 puntos

VÍCTOR SALMERÓN
Lo menos que se puede esperar de alguien que gana la lotería es que al cabo de seis años esté más endeudado, con problemas para cubrir los gastos diarios y con una pequeña reducción de su pobreza, salvo que se trate de Venezuela.

A pesar de la lluvia de petrodólares de los últimos seis años la gestión de Hugo Chávez en materia social muestra resultados mediocres respecto a su primer período de Gobierno y un marcado deterioro en indicadores clave al punto que el próximo 10 de enero, cuando reciba nuevamente la banda presidencial, él mismo se estará entregando un país que camina hacia un ajuste que incluye recorte de gasto y devaluación.

Existen dos Chávez. El que según las cifras del Banco Central durante 1999-2006 recibió por exportaciones petroleras y endeudamiento en divisas 248 mil 901 millones de dólares y a quien la ruleta del barril y el mercado internacional le duplican el dinero depositándole 501 mil millones de dólares durante los últimos seis años.

Pero el gobierno que ha nadado en billetes no puede estar muy orgulloso. Las estadísticas del INE registran que entre 1999-2006 la pobreza se redujo trece puntos, desde 43,9% hasta 30,6% y entre 2007 y 2011 (última cifra disponible) tan solo hay un descenso de 4,1 puntos que la lleva a 26,5%.

De hecho en el primer Chávez la proporción de hogares sin servicios básicos desciende desde 15,7% hasta 8,7% y durante el segundo mandato se incrementa hasta 9,7%.

En el crecimiento tampoco hay motivos para festejar. Un estudio sustentado en cifras oficiales, elaborado por Alejandro Arreaza y Alejandro Grisanti, analistas de Barclays, determina que el crecimiento promedio es de 2,9% en los dos períodos de gobierno.

Al mismo tiempo la inflación, que entre 1999-2006 tiene un promedio anual de 19,3%, aumenta hasta 26,7% en el lapso 2007-2012.

El futuro cambió

La administración de la riqueza petrolera ha derivado en un cuadro donde las cuentas públicas se muestran endebles y todo apunta a que no habrá más alternativa que tomar medidas difíciles.

En los últimos seis años el gasto del Gobierno se ha disparado a niveles muy superiores a lo que permitían el colosal ingreso petrolero y la recaudación de impuestos apoyándose en un acelerado incremento de la deuda pública que, al cierre de 2012, representará 51,6% del PIB, más del doble del nivel registrado en 2006.

Si bien esta relación sigue siendo manejable la velocidad con la que crece la deuda no es sostenible y todo apunta a que en el primer año de su nuevo gobierno Hugo Chávez tendrá que recurrir a un recorte de gasto y una devaluación para cuadrar las cuentas públicas que, de acuerdo a distintas estimaciones, presentan un déficit superior a 11% del PIB.

La disminución en la dosis de gasto público y el impacto del encarecimiento de los productos importados en una economía que se ha hecho muy dependiente de las compras en el exterior golpearán el consumo y por ende al crecimiento.

Así, Barclays proyecta que el próximo año la economía solo crecerá 0,3% y Bank of America señala que el desbalance es tal que el Ejecutivo no ha esperado hasta el año entrante y ya comenzó a frenar el gasto.

"Esperamos que el crecimiento se desacelere marcadamente por la contracción fiscal posterior a las elecciones", indica Bank of America y señala que a raíz del recorte de gasto el crecimiento de la economía en el cuarto trimestre de este año será de 2,8% versus 5,2% en el tercer trimestre.

Un paquete de ajuste basado en devaluación y recorte de gasto público no sería extraño para el gobierno de Hugo Chávez.

Después de disparar los desembolsos en la campaña electoral de 2006 y desestabilizar las cuentas, aplicó una reducción de gasto en 2007 y las continuas devaluaciones han elevado el precio del dólar en el mercado oficial desde 0,5 bolívares en 1998 hasta 4,30 bolívares.

Rentismo agravado

Debajo de la superficialidad de las cuentas fiscales fluye un proceso donde a los instintos básicos del petroestado el Gobierno de Hugo Chávez ha añadido el propósito de desplazar al sector privado, algo que indudablemente tenía que tener consecuencias en la reducción de la pobreza y el desenvolvimiento general de la economía.

Tras el salto de la renta petrolera en el período 2007-2012, el Gobierno responde con los mecanismos clásicos: sobrevaluación de la moneda que estimula las importaciones y frena el crecimiento de la industria; endeudamiento acelerado porque la fortaleza del barril mejora su perfil ante los prestamistas; mantenimiento de subsidios como precios de la gasolina que no cubren los costos de Pdvsa y aumento explosivo del gasto y el número de empleados públicos.

El resultado, como era previsible, es un país donde las importaciones se han disparado a niveles récord respecto a la oferta global de la economía, caída de las exportaciones petroleras, más deuda y desplome de la inversión privada en medio de una agitada ola de expropiaciones y controles.

La consecuencia, es un cuadro que podría catalogarse de petro-dependencia extrema donde con un barril promedio en 103 dólares el país marcha hacia medidas de ajuste.

Otro camino

En Escaping the resource curse, Jeffrey Sachs, profesor de la Universidad de Columbia y quien se ha distinguido por sus estudios sobre los males de las economías petroleras explica las formas de evadir los desequilibrios que trae consigo el salto de la renta.

Entre sus recomendaciones se encuentra destinar buena parte de la renta a inversión pública que incrementa la productividad de la agricultura y la industria, por ejemplo, en puertos y autopistas.

Además recomienda tener mecanismos para contrarrestar la volatilidad del ingreso petrolero y promover la transparencia ofreciendo información sobre el uso de los recursos y las expectativas de ingresos para el futuro.

En los últimos seis años Venezuela ha marchado en sentido contrario.

vsalmeron@eluniversal.com

OTRO DISCURSO

• Después de disparar el gasto público a niveles récord el Gobierno se muestra preocupado por la inminencia de un ajuste y cambia el discurso.

• El 26 de octubre, durante un Consejo de Ministros, el Presidente de la República, Hugo Chávez, afirmó que siguiendo los consejos de Fidel Castro había llegado a la conclusión de que "no se puede estar regalando todo, hay que cuidar la sustentabilidad".

• El 22 de noviembre Jorge Giordani, ministro de Finanzas y de Planificación señaló que "En Venezuela, lo regalado se tiene que acabar".

• La semana pasada el Gobierno anunció aumentos en el precio de la harina de maíz, arroz y el café.

• La medida indica el fin de la estrategia de mantener anclado el precio de los productos regulados como una manera de desacelerar la inflación.

• Al ajuste en harina de maíz, arroz y café deberán añadirse durante los próximos meses incrementos en el queso blanco, leche pasteurizada, pollo y carne de res.

• El Gobierno reforzó el control de cambio bajando la oferta en el Sitme.

El Universal
03-12-2012

Recopilado por:
Lic. Henry Medina
Administrador del Grupo Yahoo Corredor_Inmobiliario
Asesor Inmobiliario, de Seguros e Inversiones
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