La situación es tensa y preocupante en residencias Río Manzanare Foto: D. Olivares
En menos de una semana, a la redacción de El Tiempo llegaron dos denuncias en las que se ven involucrados arrendadores y arrendatarios de sendos inmuebles de Barcelona.
Cada uno maneja su verdad, y todos, de alguna manera u otra, no descartan que “el calvario” que están viviendo se ha agudizado con la nueva Ley de Regularización y Control de los Arrendamientos de Viviendas, pues aseguran que sus problemas no son recientes.
Esta polémica norma sigue dando de qué hablar, tanto desde la figura de quien ofrece alquiler como la del arrendatario.
En la torre Carúpano, piso 3, apartamento 3-2, del conjunto residencial Río Manzanare, desde la semana pasada se vive un conflicto.
Sin abrir la reja de seguridad del inmueble, Irama Vielma admitió que irrumpió el pasado jueves en su apartamento, porque según tenía cuatro años solicitando la desocupación a los inquilinos.
Refirió que la propiedad fue dada en alquiler, hace más de 15 años, a un amigo de quien fue su esposo.
“El apartamento es lo único que me quedó del divorcio, y desde hace tiempo vengo solicitando que me lo desocupen y decidí venirme porque ya no tengo dónde vivir. Yo residía en Anaco, en una casa que no era de mi propiedad. Además, mi hija está recibiendo terapias en Barcelona. Mi niña tiene 24 años y presenta retardo psicomotor severo como consecuencia de una vacuna”.
Pero desde la noche de este jueves, la situación se agravó cuando en el pasillo diagonal al apartamento 3-2, se ubicaron quienes estaban alquilando el referido inmueble.
Con los ojos llorosos, María Gómez estaba sentada en el piso, cubierta con unas sábanas. Manifestó estar consciente de que vivían alquilados, que no quieren quedarse con ese inmueble, pero considera que fue un abuso de parte de la propietaria, “meterse sin autorización. Entiendo que pueda sentir temor por la nueva ley, pero la verdad es que nosotros no queremos quedarnos aquí, pero tampoco aceptamos que nos violen nuestros derechos. Debió darnos un plazo para irnos, pues esta señora no había antes solicitado la desocupación”.
Gómez estaba acompañada de dos de sus hijas y su esposo. Todos aseguraron que no han cambiado de ropa desde el viernes, “porque nuestras pertenencias están dentro del apartamento”, agregó Diennis Gómez, una de las hijas.
En el Casco Central de Barcelona está una propiedad donde hace muchos años funcionó la Seguridad Nacional, en la época del dictador Marcos Pérez Jiménez. En “La Casona”, como la suelen llamar, viven alquilados, por habitaciones, cuatro familias desde hace 10 años y en enero de 2012 llegó otro grupo familiar, según con apoyo del consejo comunal.
En esta historia, los inquilinos afirman que dejaron de pagar, supuestamente Bs 350 por pieza, hace más de seis meses, “porque esta casa está deteriorada y quien nos alquila no invierte en mejoras. Además, al parecer, esta casa no es de él, sino del Municipio”, dijo Francis García, quien en nombre de todos los arrendatarios, aseguró que no buscan adueñarse de la casa.
Según ellos sólo exigen que no haya más “ acosos”, y que se respete la orden temporal de no desalojo, que, según dijo, emitió la oficina de Inquilinato.
Se consultó al arrendador Ramón Romero, quien en principio no se mostró receptivo con el equipo reportil, tras argumentar que no teníamos el derecho de entrar a la casa que alquila, pese a que fuimos llamados por los ocupantes.
Luego, se sentó y explicó que él no va a desalojar a nadie, pero le parece un abuso que los inquilinos tengan año y medio sin pagar renta, “son hipercochinos y de paso le dieron permiso para vivir a otra familia sin mi autorización. Esto es ilegal y por eso me apego a las leyes”, aseveró Romero, quien ofreció disculpas a El Tiempo, “pero es que esta situación es bien difícil”.
Por ahora, se espera que en ambos casos intercedan los organismos competentes y se instalen sendas mesas de diálogo, recurso idóneo en la solución de conflictos.
Una comisión de Protección Civil (PC) acudió ayer a la residencias Río Manzanare, para atender a la hija de Irama Vielma, pues convulsionó. Mientras, los miembros de la Junta de Condominio manifestaron vivir en zozobra por este conflicto y declararon persona no grata a los inquilinos. Afirmaron Georgina Vivas y Yolanda León, presidenta y vicepresidenta del grupo vecinal.
Eltiempo.com.ve
10-03-2012
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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