jueves, 22 de diciembre de 2011

«La Gran Misión Vivienda se convirtió en un espejismo electoral»

El Gobierno no ha logrado la meta de edificar 150.000 viviendas de interés social y los grandes proyectos de infraestructura están paralizados, situación que se evidencia en la caída de 70% del empleo en la actividad de la construcción durante 2011.

Las cifras anteriores son de primera mano, recogidas en las obras por las organizaciones sindicales, asegura Octavio Campos, secretario ejecutivo del Departamento de Organización y Estadística de la Federación Nacional de Trabajadores de la Construcción.

Campos conoce a fondo el sector. Allí empezó como ayudante de albañil a los 17 años de edad, cuando llegó a Caracas desde Río Caribe, estado Sucre, en búsqueda de mejores oportunidades de vida. Considera que la industria de la construcción requiere planificación, "lo que el Gobierno no hace".

Advierte sobre prácticas contra los sindicatos y la contratación colectiva de los nuevos patronos provenientes de las empresas transnacionales de China, Irán, Bielorrusia y Uruguay, los socios del socialismo del siglo XXI.

El presidente Hugo Chávez anunció que su gobierno había alcanzado los objetivos de la Gran Misión Vivienda.

La misión es positiva porque atiende la necesidad de muchos venezolanos sin casa. Sin embargo, una buena idea se convierte en un engaño cuando el Presidente la concentra en su discurso demagógico. La Gran Misión Vivienda se convirtió en un espejismo electoral.

La Cámara de la Industria de la Construcción ha señalado que el Gobierno sólo ha edificado 25.000 viviendas.

Las estadísticas que tenemos en Fetraconstrucción coinciden con las de la cámara. Chávez dijo en noviembre que alcanzarían la meta de 150.000 unidades en 2011, lo que implica 4.000 viviendas en cada estado del país.

Ese número ni siquiera lo ha conseguido en Caracas, donde 130.000 damnificados por las lluvias ­los primeros de la lista de beneficiarios de la Misión Vivienda siguen hacinados en organismos públicos y hoteles.

Pero ha habido entregas de viviendas transmitidas en los Aló, Presidente y cadenas de radio y televisión.

Pura propaganda electoral.

Del proyecto de 20.000 unidades de Ciudad Caribe se han adjudicado 600. En Caracas se puede constatar la paralización de los trabajos en el corredor vial de la avenida Lecuna, Turmerito, parte alta de La Rinconada, Fuerte Tiuna y en los estacionamientos expropiados, donde apenas se ha hecho el pilotaje.

¿Y qué pasa en el interior del país?

Nuestro inventario estado por estado no es mejor que en la Gran Caracas. En Monagas la construcción no llega a 500 casas de 7.000 proyectadas.

En Anzoátegui le pido al gobernador Tarek William Saab que por lo menos informe sus números de unidades terminadas, y a Enrique Mestre, gobernador de Sucre, que explique el uso de los recursos del plan de 11.000 casas que no se han ejecutado. Si vamos al occidente, allí están prácticamente paralizados los proyectos de Falcón, Trujillo, Táchira y Zulia, aunque esta última entidad sólo registra medio millar de casas entregadas.

¿Al presidente Chávez lo están engañando sobre los alcances de la Misión Vivienda?

No lo creo. Él debe estar al tanto de lo que hacen sus colaboradores en el gabinete, los alcaldes y gobernadores que le son afectos. Los deficientes resultados de la Misión Vivienda desenmascaran al Presidente de la República en su demagogia, cuya consecuencia más grave es la profunda crisis que atraviesa la construcción.

¿Qué pasó con los planes de las constructoras expropiadas?

Las obras como los conjuntos residenciales de La Guairita, Parque Ávila y Cemento La Vega en Caracas, y otros desarrollos en el interior, como en Nueva Esparta, están tal cual como lo dejaron las empresas intervenidas por el Gobierno. Lo peor es que hoy vemos unos propietarios sin recibir sus apartamentos y las autoridades no dan la cara.

Además, 600 trabajadores, sólo en Caracas, se quedaron sin empleo.

Usted mencionó una gran crisis.

El Gobierno necesita la empresa privada para cubrir las necesidades de vivienda, que en 2011 eran 220.000. La Gran Misión Vivienda logró 25.000 frente a 43.000 de un sector privado cercado por el Ejecutivo con las leyes de Costos y Precios Justos, Arrendamiento y Tierras Urbanas, sin contar el asalto contra la propiedad privada con las invasiones y las expropiaciones. Esto hace que las constructoras bajen la santamaría y emigren a Panamá, las islas del Caribe y países de África. Todo esto es una señal de alarma de pérdida de sus empleos para los trabajadores.

Las cifras oficiales de desempleo en la construcción están entre 14% y 16%.

El contrato colectivo de la industria ampara a 1 millón de trabajadores fijos y otros 400.000 a destajo y por función realizada. En septiembre había 800.000 personas en la nómina fija y 320.000 contratados, sin embargo, actualmente sólo está ocupado 30% de 1,4 millones de trabajadores de la convención colectiva, lo que puede bajar a 10% en 2012 si no hay un cambio de rumbo.

Pero otra fuente de empleo son las grandes obras de infraestructura.

En la lista gubernamental están la red ferroviaria, el Metro, las represas de Tocoma, El diluvio y Yacambú.

Todos estos proyectos marchan a cuarto de máquina porque el Gobierno no le paga a las constructoras y hay escasez de materiales tan básicos como cabillas, cemento, piedra y granzón.

También es urgente atender ­y el Ejecutivo no toma conciencia del problema­ la red vial, colapsada aún más por las lluvias, y la reparación de la infraestructura hospitalaria y educativa.

Los representantes del oficialismo destacan las bondades de los convenios de desarrollo con países amigos como China.

La presencia de constructoras transnacionales de China, Bielorrusia, Irán y Uruguay no es beneficiosa para los trabajadores venezolanos. Estos patronos quieren imponer su cultura laboral en la que desconocen el contrato colectivo y los sindicatos, conducta que secunda el Estado venezolano.

Llamamos al Gobierno a que les haga cumplir la Ley Orgánica del Trabajo venezolana y la convención colectiva nacional del sector de obligatorio cumplimiento en las obras públicas y privadas.

¿Qué se debe hacer antes de 2012, año que usted vislumbra como crítico y en plena campaña electoral?

Le pedimos al Gobierno que planifique y recupere la actividad del sector retomando la ejecución plena de los proyectos paralizados. A los candidatos de la Mesa de la Unidad Democrática que les informen a los trabajadores su propuesta de continuidad de las obras oficiales programadas y la construcción de más desarrollos. Para ello, los invitamos a una mesa técnica de trabajo para hacer un diagnóstico de la situación y discutir e intercambiar ideas sobre los cronogramas de ejecución de los proyectos.

Entorno Inteligente
21-12-2011

Recopilado por:
Lic. Henry Medina
Asesor Inmobiliario, de Seguros e Inversiones
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