Jóvenes apuestan por un país bajo techo

Desde hace un año retumba en las universidades el nombre de la organización Un Techo para Mi País. En ella, voluntarios de 18 a 28 años se dirigen a las comunidades donde habitan familias de bajos recursos para construir viviendas transitorias con sus propias manos. Su misión es clara: erradicar la pobreza extrema en todo el continente.Un Techo para Mi País nació en Chile, en 1997, y hoy tiene presencia en 19 naciones de Latinoamérica. En diciembre de 2010, la organización sin fines de lucro pisó suelo criollo con la llegada de tres implementadores provenientes de Chile, Nicaragua y El Salvador.Hasta la fecha han construido 59 viviendas transitorias en sectores como Turgua, Mariche y Charallave del estado Miranda. Se les adjudica el término "transitorias" porque la estructura de 18 metros cuadrados compone su piso y paredes con paneles de madera y techo de zinc. Además, está elevada varios centímetros del suelo soportado por 15 pilotes.Su duración, según estudios, es de 10 a 15 años, dependiendo del uso y cuidado que le dé la familia.Benjamín Langdon, director social de la organización en Venezuela, cree que si bien la vivienda no es una solución directa a la erradicación de la pobreza es un primer impulso para que las familias salgan de la precariedad con sus propios medios."La vivienda es una solución habitacional transitoria y es real. Nosotros la damos de manera concreta buscando contribuir a mejorar la calidad de vida de las familias", explicó el psicólogo.La asignación de la vivienda no es fortuita. Previamente, los voluntarios realizan jornadas de detección y encuestas en distintos sectores para determinar quiénes necesitan la casa.La idea es que luego de otorgar la vivienda se proceda a un trabajo de habilitación social. De esta manera, la organización se establece en las comunidades para solventar necesidades que ellos mismos identifiquen.Los recursosEl apoyo de la empresa privada ha sido vital. La construcción de las casas, cuyo costo ronda los Bs.F. 20.000, se sustenta de donaciones y aportes de compañías.Asimismo, manejan la modalidad "Construye con tu empresa" en el que los trabajadores se involucran en la edificación de las casas junto a los beneficiados."La idea es que la empresa pueda donar la cantidad de casas que quieran construir e involucrar a sus trabajadores", explicó Langdon. Los primeros que apostaron a esta modalidad fueron la empresa de turismo Turaser y la aseguradora Zurich.El director social considera que una de las grandes ventajas que tiene el país es que el concepto de responsabilidad social está "bastante institucionalizado".En términos de obstáculos sólo manejan cierta incertidumbre con respecto de los precios de los materiales de las casas.Para el año que viene tienen planeado construir más de 200 viviendas. Un número valioso que aporta soluciones ante una realidad como la pobreza que afecta a 3 millones de personas, según el Instituto Nacional de Estadística. Erik Barráez Cameroebarraez@cadena−capriles.com

El Mundo
08-12-2011

Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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