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Este 21 de enero cumplió 90 años y recibió un homenaje en el Teatro Teresa Carreño en Caracas.
JORGE HERNÁNDEZ
Caracas.- “El tema central de mi obra es la naturaleza, dentro de ese concepto como figura fundamental son los árboles para la vida. Mi arquitectura en conceptos de lógica estructural es de menor peso, antisísmica y lo más integrada posible al ambiente”. Fruto Vivas, cuyo nombre real es José Fructuoso Vivas Vivas, es, sin duda, uno de los mejores arquitectos del país.
Desde una de sus más recientes obras, el complejo urbanístico Santa Rosa en la urbanización Maripérez de Caracas, agradece que la semana pasada, tras cumplir 90 años de vida, se le “homenajeara como nunca” en las instalaciones del Teatro Teresa Carreño.
En 1954, aún siendo estudiante de Arquitectura en la Universidad Central de Venezuela (UCV) ganó el concurso para la construcción de Club Táchira.
“Lo más importante es que este club se forma en una casa vieja en Sabana Grande. Luego se compra una gran colina en Bello Monte. Es una cascada de 98 metros de tamaño, curva. En ese tiempo solicito que se contrate al ingeniero español Eduardo Torroja y me voy a Madrid. En su laboratorio diseñamos la cascada. Sin embargo, por decisión de Marcos Pérez Jiménez no se construye la cascada, si no el denominado “Rancho”. Es lo que vemos ahora, es como si volara sobre el espacio, liviano, de madera con interiores de buena calidad. Obra que fue hecha para ver todo el paisaje de Caracas. Originalmente le ponían cornetas, pero los vecinos protestaron por el ruido, las quitaron y se acabó el desastre”, afirma.
Reconoce que trabajó, cuando solo conocía de dibujo, con múltiples expertos en el diseño de viviendas y edificios en Caracas para particulares. “Trabajé con el gran maestro José Agüero en las casas que la gente quería en Caracas y otros estados con los diseños más horrorosos”. Esa fue su primera etapa de vida, cuando solo tenía 16 años y aún era estudiante. “A esa edad dibujé mi primera iglesia en Valencia, la Santa Rosa, con una técnica catalana”.
En su segunda etapa, como Vivas la califica, llegó el Club Táchira, Hotel Maruco en Barinas, iglesia del Divino Redentor en San Cristóbal y la obra que lo consagró como un gran arquitecto venezolano, el Árbol para Vivir, un complejo de viviendas con 12 metros de altura en Lecherías, urbanización de Puerto La Cruz, estado Anzoátegui. Con esta última obra se ganó el premio como mejor arquitecto en la IX Edición de la Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo en 2014.
“El Árbol para Vivir es mi obra más importante, es de viviendas que hice para los trabajadores de una empresa petrolera. Es la de mayor trascendencia. Fui el noveno arquitecto que se ganó la Bienal Iberoamericana, tras participar con mil profesionales más, fue un premio unánime”, recuerda Vivas.Como muchas de sus obras es un complejo liviano, metálico, con la técnica de marcos flotantes. “El Árbol para Vivir es de mucho espacio libre, alto porque está frente al mar”, enfatiza con emoción en los ojos.
Vivas, quien hace una pausa cada vez que se le consulta sobre alguna obra emblemática, nació en La Grita, estado Táchira el 21 de enero de 1928. A los Andes le dejó otra obra a la que considera una belleza, la iglesia de Divino Redentor, en los predios de Barrio Obrero, en su natal San Cristóbal, pieza que hizo antes que el Club Táchira en Caracas.
“La hicimos en el inicio de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Creían que la haría en 2 años, pero fuimos al terreno con Monseñor Fernández Feo, a quien le pido que escogiera la primera piedra, la cual bendijo tras levantar una hoja con agua en el lugar. El Estado buscó 2 millones de ladrillos en Colombia mientras armábamos las columnas con el concreto. Llegaron los materiales con 3 mil obreros colombianos y la terminamos en tres meses y medio.”
A Vivas también se le recuerda, entre miles de obras en el país, por ser partícipe del diseño y ejecución del rediseño de la redacción y presidencia de El Universal.
“Antes le había diseñado a Mata su casa en Oripoto, en El Hatillo, a mi amigo Andrés Mata, pero no la disfrutó nunca. Dirigí la construcción de su casa y luego de la redacción. Estuve con la implementación de los espacios internos. También me dediqué, por más de 50 años a la educación de nuevas generaciones. En mi primera conferencia los aplausos vinieron de Carlos Raúl Villanueva. Diseñé mi legado aún estando en el exilio en Praga y Cuba. “Es mi obra y le pido a las nuevas generaciones que la conserven y que sean de gran aporte a su carrera”.
Vivas transmitió sus conocimientos durante 50 años como profesor de la UCV, casa de estudios que aún frecuenta.
Escritos y más
1.- Los proyectos ejecutados por el arquitecto fueron recopilados en el libro Pensamiento y Obra de Fruto Vivas, con el apoyo de la empresa constructora Odebrecht en 2012.
2.- Vivas escribió la obra Las Casas Más Sencillas, editado por la Fundación Editorial El Perro y la Rana en 2011.
3.- En 2010 publicó el texto Reflexiones para un mundo mejor, con ayuda de la Editorial Fundavag.
4.- Crónicas de la Rebeldía y el Saber Popular publicó en 2013. Esta obra fue editada por la Fundación Editorial El Perro y la Rana.
5.- Arquitectura como cultura es otra de sus publicaciones.
6.- Caracas una ciudad posible y el Manifiesto planetario para la paz y el fin de todas las guerras son dos obras más escritas por Vivas.
7.- El arquitecto diseñó la capilla del Hospital Militar, y la Flor de los Cuatro Elementos, donde reposan los restos del expresidente Hugo Chávez.
El Universal
28-01-2018
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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