Exigen un plan de recuperación
Enmarcada por las torres de 32 pisos del Centro Simón Bolívar y diseñada por el arquitecto Germán Castro, hoy la Plaza Caracas es un remedo de la crisis institucional y económica que desarticula la ciudad y ensombrece sus áreas comunes.
JULIO MATERANO
La abulia y la indiferencia se instalan en el espacio más simbólico de la ciudad: la Plaza Caracas, un asiento de la modernidad de 2.600 metros cuadrados, que es estampa, memoria y reminiscencia de una urbe de grandes aspiraciones, cuyos trazos arquitectónicos más gruesos dejaron de reproducirse hace más de 30 años, con la llegada del Metro y sus servicios.
Enmarcada por las torres de 32 pisos del Centro Simón Bolívar y diseñada por el arquitecto Germán Castro, hoy la Plaza Caracas es un remedo de la crisis institucional y económica que desarticula la ciudad y ensombrece sus áreas comunes. El monumento se ha convertido en una cantera urbana para la extracción del granito rojo Brasil, la roca que reviste toda su llanura y que es extraída por personas en situación de calle para su comercialización en el mercado negro, denuncian comerciantes aledaños.
Para Rodrigo Buendía, encargado de una zapatería, es uno de los males menores, puesto que las losas, que se cotizan en más de 100 millones de bolívares, no pueden ser arrancadas del todo. Asegura que el verdadero problema radica en la desidia y el abandono que arropan a toda la ciudad; aquella capital de esplendor, en la que El Silencio, Plaza Venezuela y Sabana Grande figuraban en sus postales.
En medio de un contexto de desempleo y pobreza, que abarca a 87% de las familias de país, según las universidades, los informales ganan terreno en las galerías del Centro Simón Bolívar y los manteleros se orquestan desprejuiciados por los extremos de la plaza. Es el deja vu de lo que ocurría hace más de una década cuando más de 500 informales atiborraban el espacio con toldos de ropa.
El espacio, que data de los años 50, y por donde se pensó estribaría la avenida Bolívar, se convirtió en la plaza abierta más extensa de Venezuela y una de las más grandes de América Latina. El paso de vehículos oficiales deja sus huellas en el lugar. Indigentes y peatones improvisan baños en sus extremos. Fotos: Luis Morillo
En esa ocasión la recuperación duró 7 meses y culminó en noviembre de 2008. El resultado: una carpeta impoluta de granito rojo, prometida como centro de esparcimiento. Antes de su rehabilitación, los informales que allí estuvieron por más de 20 años ocasionaron su deterioro. Hoy la desidia ocupa el lugar de aquellos comerciantes. La ausencia de mantenimiento ha reeditado las filtraciones, los drenajes obstruidos, las placas y baldosas resquebrajadas.
La de Mary Pimentel, una vendedora de dulces criollos, es quizás la historia más siniestra. Cuenta que fue desalojada en enero de 2008, durante el último año de gestión de Freddy Bernal y reubicada en La Hoyada. Pero hace más de dos años que vendió su tarantín y hoy, 10 años después, se halla de nuevo en la plaza, de vuelta al regateo y sin un local propio. "La situación es crítica. Y aunque inicié vendiendo ropa, he tenido que cambiar de rubro por lo menos 10 veces. Nunca consigo mercancía para reponer", dice.
Tal vez no sea de dominio público, pero esa plaza, inaugurada en noviembre de 1983 en homenaje a la capital, fue erigida con motivo del bicentenario del nacimiento de Simón Bolívar, y desde entonces encarna un hito, un tejido arquitectónico de vital importancia para quienes se desplazan por el centro y su contexto urbano.
La decisión de reubicar, poco tiempo después de su inauguración, "El Genio", el busto de Bolívar del artista español Victorio Macho desató una enorme polémica. Las anécdotas en torno a la escultura, ubicada en el extremo este, son insondables, sobre todo por los atildados rasgos del Libertador.
"La Plaza Caracas fue pensada como un espacio impecable, como un lugar de expansión y de paso", destaca el arquitecto Arquímedes Guerrero, docente de la Universidad Central de Venezuela. "La figura de los edificios del Centro Simón Bolívar desciende hasta llegar virtualmente al nivel de la calle, en donde la plaza se abre y expande hacia la plaza O'Leary, El Silencio y el parque El Calvario", remata el docente.
Con la entrada al siglo XXI, la plaza de ubicación estratégica se convirtió en un espacio referencial para mítines y actividades políticas. Hoy, a solo tres semanas de las elecciones, la carpa que instaló el Consejo Nacional Electoral (CNE) para la cobertura periodística de los comicios presidenciales redujo casi a la mitad el espacio peatonal.
El lugar funge también de estacionamiento para los altos funcionarios del CNE y de los ministerios de Salud, Trabajo y de otros despachos. El panorama dista de lo que aspiraba el autor de su última restauración, Blas Villasmil: "Queremos tener un área completamente despejada, a semejanza de muchas de las plazas francesas".
21 millones de bolívares costó la recuperación de la Plaza Caracas en 2008, cuando fueron desalojados más de 500 informales.
Peatones resienten la falta de alumbrado
* "El Genio", el busto ubicado en el extremo este de la plaza, data del año 1954 y es una obra escultórica vaciada en bronce, de grandes dimensiones, réplica de la obra "El Bolívar", elaborada por el artista Victorio Macho. Y reposa sobre un pedestal de concreto recubierto con losas de cerámica de color rojo, en forma de pirámide truncada.
* En 2008 la plaza sufrió reformas, entre ellas la realización de un pedestal más alto para la escultura y la supresión de las jardineras. Diez años después, sus visitantes resienten la falta de alumbrado y de vigilancia. Urbanistas exigen implementar un programa de recuperación y de resguardo de ese patrimonio, el espacio abierto más emblemático del centro de Caracas.
* Aun cuando su construcción data de mucho tiempo después, la plaza se fusiona con el Centro Simón Bolívar, cuyas torres de 103 metros de altura marcaron la transición de un país agreste a una nación que se regocijaba de su bonanza petrolera. Pero la estructura, inauguradas el 6 de diciembre de 1954, en plena dictadura de Marcos Pérez Jiménez, demanda un plan agresivo de recuperación, al igual que las plazas Diego Ibarra y Bolívar. De acuerdo con los vendedores, 60% de los sótanos están inoperativos.
* Quienes intentan reconciliarse con los espacios públicos, resienten el hecho de que el Gobierno utilice espacios como la Plaza Caracas para tramitar el carnet de la patria y del Partido Socialista Unido de Venezuela(PSUV).
El Universal
06-05-2018
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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