La obra cuenta con un sistema de tuberías y filtros que permiten reutilizar las aguas residuales de la lavadora y el fregadero para regar las jardinera. Foto: JHONNATAN BENITEZ
Cronograma de construcción de la estructura tecnológica en Villa Rosa se ha dilatado por seis meses, debido a los problemas para conseguir cemento y cabillas.
César Noriega Ramos. @cesarvnoriega
Los edificios inteligentes son una tendencia con largo recorrido en países donde la electricidad y el agua son caros, en estos, se promueven este tipo de estructuras para contribuir al ahorro de servicios públicos.
En el sector de Villa Rosa, municipio García, desde hace dos años está en construcción un edificio residencial diseñado bajo parámetros de eficiencia.
Juan Martínez Liscano, arquitecto diseñador de la obra, resaltó que las innovaciones de la residencia resultarán en un ahorro de 30% en el uso de agua y luz.
Los elementos inteligentes del edificio consisten en una batería recargable que funciona como sistema eléctrico alterno. Las tuberías de cada uno de los ocho apartamentos están diseñadas para conducir las aguas grises, aquellas que salen de la lavadora o el fregadero, a "trampas grasa" que filtran el líquido para producir agua apta para regar las jardineras.
Las aguas de lluvia que se recolectan en el techo tampoco se derraman, porque son reservadas en tanques subterráneos para que puedan utilizarse en otras tareas.
La disposición de ventanas permite el aprovechamiento de la luz solar y la brisa para contribuir con la ventilación e iluminación de los espacios interiores.
Otro aspecto contemplado en el proyecto es la seguridad, que se refuerza con un sistema de video vigilancia.
Debido al espacio y recursos limitados del único estado insular, Martínez Liscano argumentó que los edificios inteligentes contribuyen a garantizar espacios funcionales para la creciente población neo-espartana.
Materiales de construcción
El cronograma de culminación de la obra se ha retrasado en 6 meses, por causa de las dificultades para conseguir los materiales.
Martínez Liscano indicó que la distorsión de los precios de materiales básicos como el cemento y la cabilla también cambian el precio de venta a los compradores.
La diferencia del precio del mercado negro de la cabilla y el valor regulado llega a 9900% y del cemento a 1587%.
El maestro de obras, Radic Cienfuegos, refirió que los problemas para conseguir los materiales afecta el sustento de las familias de los constructores. "Uno vive del metraje que uno haga y esta escasez nos afecta a la familia".
Nueva profesional
La constructora que elabora las residencias inteligentes en el sector de Villa Rosa, municipio García, contrató a seis pasantes de ingeniería civil. Una de ellas, Silveria Pope, egresada de la Unefa, indicó que aunque tiene toda la ilusión de ejercer su carrera en el país, la escasez de materiales de construcción la está empujando a la decisión de emigrar.
El Sol de Margarita
21-09-2015
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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