El presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, Aquiles Martini Pietri, entregará su cargo como presidente del gremio inmobiliario este miércoles 17 de junio de 2015. Por ese motivo, realizó una entrevista con el equipo de prensa de la Cámara Inmobiliaria el pasado viernes 12 de junio.
Reproducimos parcialmente a continuación:
P- ¿Cuál es el panorama general del mercado inmobiliario venezolano?
R- De forma muy concisa, el mercado inmobiliario venezolano está bajo una gran distorsión como resultado de la situación económica que se vive en el país. Por un lado los precios de las viviendas han galopado a la velocidad de la devaluación y la inflación y por otro la velocidad de construcción de viviendas nuevas ha disminuido.
P- Dentro de la escala de los problemas nacionales, ¿dónde se ubica el de la vivienda?
R- La vivienda en Venezuela es uno de los cinco primeros problemas del país. Cuando ves el mapa de aspiraciones del venezolano, la primera aspiración es tener vivienda propia. Hoy en día el Gobierno ha tomado como bandera política el tema de la vivienda no por razones fortuitas sino porque está leyendo el mapa de aspiraciones del país. ¿Cómo puede un ciudadano cumplir con ese sueño? Hay un problema económico que lamentablemente deteriora el salario del venezolano que no alcanza para cubrir las necesidades básicas, imagínese usted comprar una vivienda.
P- Dice que el Gobierno utiliza la vivienda como bandera política, pero la oposición también lo ha hecho y líderes opositores han dicho que continuarían Misión Vivienda Venezuela.
R- No solo la oposición, la misma Cámara Inmobiliaria de Venezuela ha dicho que Misión Vivienda es un plan perfectamente válido y necesario para cubrir el déficit de casi 3 millones de viviendas existente en el país. Estamos totalmente de acuerdo con un plan de vivienda. Misión Vivienda tiene sus virtudes pero también sus defectos, y uno de esos es que no hay una planificación clara de todas esas viviendas que requieren los venezolanos, porque también es necesario considerar el crecimiento vegetativo de la población. Para lograr estas metas hace falta más que la buena intención, también son necesarias la materia prima, la tierra urbanizada, financiamiento, y leyes que respeten la propiedad privada.
P- ¿Cómo ve la evolución de Misión Vivienda?
R- Lamentablemente está en retroceso. La última cifra que dio el Gobierno, a principio de junio, indicó que Misión Vivienda ha adjudicado poco más de 31 mil viviendas en 2015 de una meta de 400 mil. Estamos hablando de un cumplimiento de 7,9% de la meta cuando se acerca la mitad del año. En años pasados ocurrió algo similar: en 2013 el Gobierno prometió 380 mil viviendas pero entregó 201 mil, y en 2014 prometió 400 mil viviendas y entregó 126 mil.
P- Si se hicieran las reformas que la Cámara Inmobiliaria recomienda, como cambiar el marco jurídico para defender la propiedad privada, ¿se podrían construir 3 millones de viviendas como prometió el Gobierno?
R- Puedes prometer lo que quieras, ese es el gran problema de nuestra dirigencia política, nos promete villas y castillos como consecuencia de su visión populista, pero la realidad es que esos dirigentes son incapaces de decir a la gente que es necesario trabajar. Decir eso en Venezuela es políticamente incorrecto. Es más fácil decir ‘te regalo la casa’ que decir ‘hay que trabajar duro, hay que echarle pierna a esto, hay que hacer sacrificios’. ¿Se pueden hacer 3 millones de viviendas de calidad? En el tiempo claro que sí, pero no sin antes planificar el desarrollo de ciudades, extender las redes de servicios, generar fuentes de empleo. Misión Vivienda es un programa válido y loable, pero que fue llevado lamentablemente al terreno partidista y del populismo.
P- ¿Misión Vivienda es populista?
R- El origen de Misión Vivienda fue, además de los fracasos de las políticas viviendistas de la revolución, la necesidad real de familias afectadas por las lluvias en 2011, cuando el presidente Chávez decide lanzar el programa. Pero después sí se volvió populista, vemos a políticos decir que hay viviendas en todas partes, e incluyen en sus cuentas viviendas que hacen y que no hacen, pero la realidad es que el sector construcción, donde se incluye la vivienda, lleva más de 19 trimestres consecutivos en caída según cifras del BCV. La población recibe la propaganda del Gobierno y se llena de esperanza, esa es la gran rifa y el premio es una vivienda. Sería falso decir que no han adjudicado viviendas pero, al final, esas viviendas ni siquiera son de las personas, el Gobierno no está dando la propiedad de los inmuebles.
P- ¿Por qué piensa que el venezolano desea la propiedad privada de los inmuebles si el marco político promueve la propiedad colectiva?
R- La población pareciera conformarse con las dádivas del Gobierno porque no tiene otras opciones, pero el discurso del venezolano habla claramente de una comprensión de la propiedad privada como valor. La gente dice ‘mi casa, mi familia, mis hijos, mi carro, mis ingresos’. Incluso el Gobierno ha decidido en algunos planes dotar de propiedad a sectores económicos informales. La gente quiere ser dueña de sus cosas, quiere que sus hijos puedan heredar, vender, en fin, hacer lo que mejor les convenga, yo no tengo ninguna duda de eso.
P- ¿Usted está a favor del capitalismo, incluso de ese que el Gobierno acusa como neoliberal?
R- Conceptualmente los extremos son malos. Lo que sí está comprobado a nivel mundial es el fracaso del socialismo mal entendido, llevado a extremos, ese socialismo que raya en el comunismo. El regalo constante a los ciudadanos, el equipararnos hacia abajo, la no estimulación del esfuerzo, del ahorro, eso no funciona en ninguna parte del mundo. Yo soy creyente y defensor de la propiedad privada, creyente de la competitividad. Hay que proteger a quien necesite ayuda pero por un tiempo, mientras se adapta, se supera. En Venezuela parece que la mayoría es la que no se adapta, y ves que la mayoría de la economía es informal, la mayoría de los productos se comercializan a través del bachaqueo, ves que no hay carros, que no hay productos de higiene personal.
P- Hay personas que quizá necesiten ayuda todo el tiempo, como los adultos mayores y los niños.
R- A los adultos mayores y a los niños, y a otros grupos sociales con necesidades especiales, hay que protegerlos siempre, pero al promedio de la población en edad productiva no. El modelo socialista-comunista que tenemos aquí, que desestimula la producción, se mantiene más o menos porque tenemos petróleo, porque si no sería imposible continuar con las dádivas.
P- Volviendo al sector inmobiliario, ¿quién debe planificar el desarrollo de los millones de viviendas que son necesarias en el país?
R- En teoría planifica el Gobierno, pero debe hacerlo con ayuda, cooperación e involucramiento del sector privado. ¿Por qué si estamos produciendo tantas viviendas no estamos viendo la reducción de viviendas precarias? Si en verdad estuviésemos construyendo cientos de miles de casas y apartamentos las viviendas precarias deberían desaparecer poco a poco, pero no es así, de hecho, es lo contrario.
P- ¿Se imagina un futuro sin ranchos?
R- Por supuesto, me imagino un futuro sin marginación en el desarrollo inmobiliario del país, con respeto pleno de los derechos de los ciudadanos, con participación del sector privado. Yo te aseguro que todas las familias venezolanas quieren vivir en un sitio con una red de servicios óptima, con vialidad, con educación, salud, puestos de trabajo dignos, seguridad, pero como hay desesperanza la gente piensa que no tiene alternativa y se manifiesta conforme con su vivienda tradicional.
P- Otra tema, ¿dolarización para el sector inmobiliario?
R- Hay que tener las condiciones para dolarizar un país, si tú dolarizas ahora haces inviable para cualquier persona adquirir un inmueble. No estamos de acuerdo con que se dolarice la vivienda.
P- ¿Está de acuerdo con desalojos a inquilinos que incumplen contratos?
R- Sí, yo creo que hay que desalojar a aquellas personas que no cumplen con las normas ni con sus deberes formales, en el entendido de que debe dárseles protección y un alberge provisional hasta que se normalice su situación.
P- ¿Por qué el Gobierno dice que no permitirá desalojos de viviendas?
R- Porque es políticamente correcto. Como el Gobierno ha sido ineficaz a la hora de desarrollar las viviendas para el alquiler, entonces pone la carga a los propietarios de viviendas alquiladas. Mira, yo resuelvo el problema de los inquilinos del país con una propuesta lógica. Si el problema es que existen 60 mil familias con problemas inquilinarios, por decir un número, y los propietarios desean recuperar sus viviendas, bueno, tomemos 60 mil viviendas de Misión Vivienda y entreguémoslas a los inquilinos. Con eso respetamos los derechos constitucionales de los venezolanos propietarios e inquilinos, la propiedad privada de los propietarios, salvamos de la calle a miles de inquilinos, e insertamos en el mercado de alquiler apartamentos vacíos.
El Venezolano
15-06-2015
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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