El alquiler en el país
Conseguir un espacio para alquilar como vivienda en Venezuela, es casi misión imposible. Suficiente con dar un vistazo a los clasificados de la prensa regional para constatar que, en al menos un 90 %, se han reducido las ofertas de arrendamiento, no solo de casas y apartamentos, también de habitaciones.
Rosalinda Hernández/ Judith Valderrama.-
Cada día, se hace más “cuesta arriba” para una familia, bien sea recién conformada o en crecimiento, adquirir una vivienda, por lo que desde hace unos años atrás lo más inmediato y razonable era acudir al mercado inmobiliario del arrendamiento, posibilidad que ha menguado, según los expertos en el área, luego de entrar en vigencia en el año 2011 la Ley para la Regularización y Control de Arrendamientos de Viviendas.
Alquilar ha pasado a ser un negocio complicado y poco rentable para propietarios de inmuebles, quienes frente a las nuevas reformas de Ley, temen perder sus propiedades, producto del esfuerzo, trabajo y lo que de algún modo les garantizaría un aporte económico en los años de retiro, según el plan de la mayoría de personas que construyeron para rentar.
Para Elizabeth Morini Moranti, presidenta de la Cámara Inmobiliaria del Táchira, el déficit que se presenta, no solo en San Cristóbal, sino en toda Venezuela, en relación al alquiler de viviendas, se debe a la entrada en vigencia de la Ley para Arrendamientos de Viviendas y a la escasa inversión que existe en el sector de la construcción.
“Quienes tenían propiedades en alquiler y trabajaban en función a ello se han ido retirando en vista de que, paralelo a Ley, existen decretos contra el desalojo, elemento que hace difícil en un momento determinado sacar a un inquilino que no esté cumpliendo lo estipulado en un contrato”.
De acuerdo a Morini, existen agentes inmobiliarios que tienen clientes desde hace unos 10 años, esperando un desalojo sin que el inquilino pague un bolívar por la ocupación del inmueble.
Ante esta situación de crisis se ha optado, a nivel de Cámara Inmobiliaria, por asesorar a los clientes sobre lo que implica alquilar su inmueble. Existen agentes inmobiliarios en la ciudad que no manejan alquileres de vivienda, porque no se puede garantizar al propietario la mora del inquilino, precisó la vocera inmobiliaria.
Vivir hacinados
El coordinador nacional de la Asociación de Propietarios de Inmueble Urbanos -Apiur-, Raimundo Orta, opina que con la crisis del país, no solo en materia de arrendamiento, sino de adquisición de vivienda en general, el venezolano no tiene más opciones que vivir hacinado o construir en zonas de alto riesgo.
Las leyes, reglamentos y decretos dictados por el Gobierno y que rigen la materia inmobiliaria, obedecen a una serie de políticas populistas que han producido un efecto inmediatamente adverso al populismo que se pretende alcanzar.
El representante de Apiur aseguró que la única solución a la crisis habitacional existente es la derogación de la Ley y el cierre del organismo que rige la materia inmobiliaria “porque no ha dado ningún resultado y, por el contrario, ha creado alcabalas y fuentes de corrupción a nivel nacional”.
No casarme
La vida cotidiana de la gente no está en titulares de periódicos, menos en las pantallas de televisión, pero es donde la crisis y las malas políticas del Gobierno más hacen llorar, transforman vidas y hasta destruyen familias. Un caso es el que narra Patricia Moreno, de 30 años de edad, quien afirma que “es muy posible” que se quede soltera si el Gobierno sigue actuando igual, porque cuando tenía todo preparado para casarse decidió abandonar el proyecto de vida porque no consiguieron dónde vivir y, de seguir haciéndolo cada uno en su casa, era mejor no casarse. Afirma la mujer que “un matrimonio vive junto, y pasamos casi dos años buscando dónde alquilar y no conseguimos. Se hizo imposible”.
Casos como esos, tal vez no con la exactitud de un proyecto de matrimonio, pero sí de familias que buscan una vivienda para albergar a sus hijos, ven frustrado el intento, y los niños crecerán en la misma habitación de sus padres, donde también cocinan, estudian y se alimentan, porque es el único espacio que algún familiar les permitió albergar.
Al crear la Ley de Arrendamiento el dueño de viviendas resguardó su bien, porque rentarlo era sinónimo de perderlo, en la mayoría de casos. Ese comportamiento, generado por una mala política, solo permitió que la gente esté sin casa, que las familias se desintegren y que quien no tiene millones de bolívares para comprar una vivienda cubra esa necesidad humana viviendo en zonas de riesgo. El drama es más extremo de lo simple, puede verse desde la Asamblea Nacional cuando se aplaudió esa Ley, que en vez de aplausos -para muchos- debió recibirse como el entierro de la posibilidad de un techo, mientras venía el propio, algún día.
Diario de los Andes
18-05-2014
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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