El embalse de Lagartijo está inoperativo desde hace un año (Venancio Alcázares)
Urge cambiar el paradigma sobre cómo se utiliza este recurso.
Según un informe publicado por la Unesco con motivo del Día Mundial del Agua (celebrado ayer), el mundo tendrá un déficit de agua de 40% si no cambia el rumbo actual de consumo. Caracas también necesita una mejor gestión del agua de modo que sea distribuida de un modo más equitativo.
En condiciones normales la ciudad recibe 17 mil litros de agua por segundo, pero con el racionamiento por la sequía, la ausencia de nuevos embalses desde 1997, y Lagartijo inoperativo desde hace un año, hoy se están suministrando alrededor de 14 mil litros por segundo.
Según un análisis de los servicios de agua potable, elaborado por Róger Martínez, especialista en Redes y Servicios, en 2030 el Área Metropolitana de Caracas podría requerir más de 21 mil litros por segundo si no se reducen consumos y pérdidas de agua.
Para que una persona pueda vivir y realizar todas las actividades que requieren la utilización de este recurso, necesita de 140 litros por día pero en Venezuela hay un consumo cercano a los 300 litros de agua diarios, según Evelyn Pallota, directora de Ecología y Ambiente de Miranda.
Según la investigación de Martínez, cada caraqueño tiene una dotación de agua de 509 litros por día (lpd), pero casi la mitad, 45%, se desperdicia: dentro de las casas se pierde 30% del agua y 15% en las calles por botes o tuberías en mal estado.
La dificultad de llevar agua de Caracas hasta la periferia ha generado una distribución desigual del recurso. Hay sectores con dotaciones menores a 150 litros por persona por día como: El Junquito, Hoyo de la Puerta, Turgua, La Unión, Petare, Filas de Mariche, autopista Guarenas-Guatire y Vargas. En estas zonas, según Martínez, la inexistencia de una adecuada red de distribución, aunada a una localización alejada de las redes formales de la ciudad, repercuten en situaciones precarias de suministro.
Este problema estaba llamado a resolverse, aseguró de manera pública Hidrocapital en abril de 2008, con la construcción del acueducto Tuy IV, que aportaría doce mil litros por segundo extra desde el embalse de Cuira. Éste se prometió para 2012 pero hoy ni siquiera se sabe cuándo estará operativo.
La repartición desigual del agua es evidente en sectores como Mariches, Carapita o El Junquito, donde a veces el agua llega cada 45 días; en cambio hay otros cuya dotación es superior a los 450 litros por persona por día y hasta alcanzan los 1.000 lpd. Entre estas zonas con gran suministro figuran: Caricuao, Zoológico, La Yaguara, San Martín, Montalbán, Paraíso, Fuerte Tiuna, casco central, Sabana Grande, Chacao, Bello Monte, Las Mercedes, Boleíta, Prados del Este, El Cafetal. "Urge hacer las inversiones que permitan ofrecer más agua a las zonas afectadas y reducir la dotación en el centro", explica Martínez y agrega que el cambio más importante es el cultural, modificar el paradigma con respecto a cómo utilizamos el agua.
¿Cómo gerenciar algo que no se mide?, se pregunta Norberto Bausson, ex-vicepresidente de Operaciones de Hidrocapital, para quien urge un plan de macro y micromedición.
Juan Carlos Sánchez, de la Fundación para la Conservación Metropolitana, alerta sobre las dificultades que tienen los ciudadanos para informarse sobre la calidad del agua. "Si es turbia, tiene un sabor y olor extraño surge la sospecha de que el agua no es potable. La gente tiene derecho a tener información y no hay canales oficiales que la suministren".
Con información de Dayana Vásquez
DELIA MENESES
El Universal
23-03-2015
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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