miércoles, 10 de diciembre de 2014

Venezuela con petroleo, pero sin petroleo

Alexander Guerrero

Cuando tenemos que hacer las colas para comprar gasolina, la primera pregunta, será otro paro petrolero? La respuesta es sí, pero esta vez, el paro no es de trabajadores, sino que pertenece al universo político y económico una revolución con un meta: empobrecer al venezolano, de las consecuencias no intencionadas, - e intencionadas – pero siempre dentro de un momento lógico que implica que la gasolina no llega a las estaciones porque simplemente no hay, así amigo lector, el país de las 280 MM de barriles de petróleo en la Faja del Orinoco, no es capaz de producir gasolina, la importan a 100 dólares el litro y la venden en las colas a 1 bolívar; fin e mundo, el petróleo se está acabando!!

Subir o no la gasolina: otro falso dilema

No pensemos que es solamente un diabólico plan político del gobierno forzando una situación de reacción de la opinión publica donde esta expresaría: “pongan el precio que quieran, pero por favor produzcan gasolina”. Para que todos quedemos contentos de cada una de nuestras premisas, supongamos que hay de ambos grupo; algo propio de un gobierno de naturaleza forajido en lo económico, que administra un Estado fallido, además que también la gasolina se acaba. Las razones, muchas, el parque refinador nacional de más de  un millón de barriles refinados está descapitalizado, sin mantenimiento, de allí los innumerables accidentes con pérdidas humanas.

La descapitalización de la industria petrolera nacional –incluida la extranjera en empresas mixtas- ha sido producto de un gobierno que actúa como un obeso mórbido, crece y engorda, creando un monstruoso e ineficiente administración de empresas de todo tamaño y orden, siendo al mismo tiempo un empleador sin límites, intensamente corrompido y con acuerdos políticos para exportar el petróleo y derivados –Acuerdo con China, Petrocaribe, ALBA- que no pagan el precio de mercado, sino que está organizado para alimentar las ansias mercantilistas de quienes administran el Estado y quienes se recuestan a él como clientes de ese proceso político.

Chinos, cubanos y latinos; una jauría sobre un país ingobernable

El más oneroso de esos acuerdos, él firmado China genera grandes restricciones en relación a los combustibles que ellos exigen para el pago del “crédito chino” –fuel oíl, combustible que sus barcos utilizan para mover sus exportaciones por el mundo, entre otros. Ídem Petrocaribe, que no cancelan en efectivo un solo barril de petróleo, incluyendo Cuba, ya parte del presupuesto venezolano, que desde luego, no puede con dos países.

Todos esos acuerdos –políticos y mercantiles- cargan su peso sobre la renta del petróleo, pero satisfacen la avaricia de quien captura renta por privilegio de una nomenclatura y burocracia política, militar y mercantil que dirige un Estado con un gasto insostenible que para alimentarlo requeriría un precio del petróleo –léase un breakeven fiscal- a 250 dólares el barril y unos 3 millones de barriles día.

Ninguna de esas cosas es posible, se producen solo 2.4 millones diarios de acuerdo a fuentes independientes contratadas por OPEP, no creemos en la data del gobierno, porque la mentira es el envolvente de las políticas públicas del actual gobierno; y el precio ya está en los 60 $ el barril. La diferencia, entre ambos escenarios es el del tamaño del hueco fiscal, digamos que 28% en términos del PIB, una representación grotesca de un Estado y sus empresas endeudados en más de 125 mil millones de dólares, y en deuda que no genera un céntimo de renta. ,

PDSAV se descapitaliza, cae la producción: mal de morir

Desde luego,  estamos produciendo menos crudos, de acuerdo a los reportes OPEP, los que esta institución recoge de las fuentes independientes,  alrededor de ochocientos mil barriles/día desde hace más de ocho años. Ello, en combinación a que el gobierno estaría generando con el racionamiento y la escasez un ambiente de presión que les permita aumentar su precio. Acortemos que las razones reales del gobierno para el aumento del precio de la gasolina, administradas conjuntamente con el racionamiento y la escasez, disminuir el volumen de combustibles que el venezolano consume, lo que le daría al gobierno/PDVSA unos 100.000 barriles diarios para ser exportados a precio de mercado. Existen también otros problemas, de menor escala a los mencionados; entre ellos, el precio interno, el derroche y el contrabando. Sin embargo, estos factores han estado presentes desde hace décadas, y la gasolina no ha sido  nunca un bien escaso, como lo es hoy.

La primera ley de Murphy, del sentido común, dice que todo lo que puede salir mal, sale mal. Y eso es precisamente lo que está ocurriendo con Venezuela y el petróleo, -que me ha inducido a titular, con petróleo sin petróleo-, causado, causado en estos diez años, por desconocimiento, impericia, desinformación, todo en marcado por exacerbados intereses políticos que privaron sobre una proyección histórica de un país que no pudo resolver el conundrum de tener recursos disponibles – no con fundir con riqueza- pero desafortunadamente en manos del Estado, del gobierno, de la Republica.

Así comenzó el ocaso del petróleo


En el año 2000 la nueva constitución trajo el cambio de las reglas que regían la industria petrolera, el petróleo un recurso en manos del Estado, como renta ya convertido en commodities, es propiedad de la república, y como tal es un ingreso fiscal. Se rompió así con la vieja asimetría – que trajo la devaluación del bolívar para incrementar los bolívares  por cada dólar petrolero, a cambio de inflación para la calle- de una empresa a la que se le pedía eficiencia, pero generando renta fiscal, fenómeno que fue racionalizado en la ecuación política que emergió de los nuevos poderes constituidos en el 2000, donde el negocio petrolero seria monopolio del Estado/Gobierno.

Esas nuevas reglas vinieron en la LOH y con ella la expropiación y nacionalización de los proyectos asociaciones estratégicas en la FPO, proyectos establecidos con las mayores empresas petroleras del mundo, con bolsillo profundo y tecnología, a cambio de una empresas mixtas establecidas con esperezas estatales –y algunas privadas- de otros países, empresas sin capital ni tecnología que continuaran el desarrollo de la FPO. Nada de eso ocurrió,  la producción de extra pesados en la FPO se estancó y retrocedió unos diez años, lo suficiente como para que hoy a los precios del petróleo en el mercado los agrandes agentes y corporaciones gubernamentales y multilaterales hayan puesto en duda el futuro de esos petróleos.

Y allí pese a que los costos de producir esos petróleos extra pesados puedan ser menores nominalmente, nunca son menores que los de lutitas y  las arenas Canadienses, y otros extra- presados en el mundo, porque el nuestro tiene el costo de un país que perdió el activo fundamental, TRUST, y además no respeta los contratos, y los violenta, con lo cual los costos de transacción que habría que pagar por el extra pesado venezolano seria mayor que los costos de los petróleos que competirían con el: los de lulitas y las arenas canadienses, para solo nombrar dos recursos.

Locura: Expropiar, expulsar a los que invierten y poseen tecnología

En esas nuevas condiciones, la presencia privada –básicamente internacional- se redujo a apenas unos cuantos, en general son socios con la particularidad de sus derechos de propiedad menguados, limitados a cobrar lo que producen, pero inhibiendo las economías que se generan de un portafolio –balance- es decir, sin poder contabilizar en sus balances los contratos con PDVSA como mecanismo económica y financieramente sensible a economías diversas. Así, la dependencia de PDVSA es total, en otras palabras las buenas y malas osas que le pasen a PDSVA se transmiten a los socios en esas empresas mixtas. De hecho así ocurrió, la porción del capital de PDVSA (60%) en esos proyectos no se colocó a tiempo, teniendo PDVSA que financiarse directamente de su socio menor, con lo cual, esos socios pasaron en la práctica –pero no en el derecho ni en el contrato- bajo control de ellos. Así, en lo que en lo que respecta a la FPO, las empresas allí operarían bajo la lógica de una PDVSA debida al fisco. El retraso de las operaciones en la FPO es en consecuencias monumental.



Así la presión fiscal sobre la industria petrolera, se le amarraron las razones políticas de una revolución que sería financiada con el ingreso fiscal, fenómeno que toma cuerpo con el incremento de los precios del petróleo desde 2004. La expansión fiscal era concomitante al requerimiento político, así el gasto publico crecía en estos años más del 100% hasta alcanzar un 56% en términos del PIB para la fecha, un volumen o tamaño del Estados imposible de ser financiado con la renta futura del petróleo futura. La economía se fue estatizando, empresas, fincas, privadas nacionales e internacionales, incluido petroleras fueron estatizadas y nacionalizadas, comunicaciones, electricidad, cementos, oro, y otros. Todo lo cual fue montando –además- una deuda contingente colosal que alcanza hoy los 25.000 millones de dólares, que eventualmente habrá que cancelar. 

El Estado obeso mórbido y la corrupción: come dólares



De esta manera, el tamaño de ese Estado, más de las dos terceras partes del PIB ha sido puesto a depender de la renta del petróleo una misión económica y financieramente imposible, entre otros,  dado el peso fiscal y financiero de esos compromisos, es evidente que el flujo de renta que se pueda producir no alcanzaría para resolver los problemas fiscales y financieros de una colosal deuda. EL sentido común  económico dice que en las actuales condiciones económicas, financieras e institucionales no hay capital posible que pueda asociarse para establecer acuerdos o ventures en hidrocarburos que pueda pagar esos costos y generar un beneficio comparable con lo que ofrecen otros competidores en el mundo, México, Argentina, y las enormes potenciales energéticas de los USA, para solo quedarnos en el Continente. De hecho de los países de la OPEP, -exceptuando los que tienen conflictos bélicos- solo Venezuela muestra un grado de descapitalización, que para ahorrarnos más explicaciones, es un reflejo de una caída de 850 mil barriles diarios de producción de petróleo en unos diez años.  Veamos otros detalles también globales.

La participación del PIB petrolero desde 1999 comienza a descender rápidamente en el 2002, mostrando la fea cara de la peso fiscal sobre la industria petrolera, hacia finales de este ano, el PIB petrolero apenas alcanza el 8.7% del PIB, mientras que en 1999 era el 23% del PIB. La renta del petróleo como se puede discernir, tuvo en estos años un destino netamente fiscal, al final se paga el precio, en el mercado de dólares, el cambiario, solo hay los dólares que produce PDVSA y si los dólares que produce la exportación de petróleo están comprometidos, en deuda del petróleo y costos de producción globales de PDVSA  producidos por la actividad no petrolera, explicamos entonces porque no hay dólares. Lo que hace que el paralelo haya alcanzado el cielo.

Una deuda que se come la renta petrolera

Mis estimaciones al respecto producen en un numero esta relación: por cada dólar de exportación de petróleo, la renta bruta del petróleo  tiene obligaciones de 1.27$! La escases de divisas, es un torniquete político impuesto por el gobierno –Chávez y Maduro- son ningún reflejo racional, solo basta recordar que en condiciones de libre convertibilidad en el pasado, de cada 100 dólares transados en el mercado desde 1996 al 2000, el 56% era generado por la economía no petrolera, mientras el petróleo generaba al mercado el 46%. Ello quiere decir que bajo el control de cambio, solo habrían petrodólares, la mitad del mercado desapareció, en esas condiciones ya entendemos porque el dólar libre –llamado paralelo- vuelas por sobre los 150 y el cielo por techo. Creo que el gobierno dispuso esa evolución, estarían calcando el régimen monetario cubano, donde el peso cubano es apenas una unidad de cuenta, como la cuenta de un ábaco, nada más.

En otras palabras, todo ese proceso político, revolución bolivariana, tan costosa o más como la revolución islámica en Irán, habría descapitalizado industria petrolera a niveles en los cuales, estimamos una desinversión que alcanzaría los 198.000 millones de dólares, a razón de 21.000 millones de dólares al año, volumen de inversión que para un país con 280 mil millones de barriles en reservas es una miseria. Ese capital no se reinvirtió en la industria petrolera, sino que irían por el desaguadero fiscal, derroche, mala asignación de recursos, corrupción, malos negocios petroleros con el mercado internacional como el Acuerdo con China una versión ,moderna del imperialismo, así como Petrocaribe, incluida Cuba .

Ya habíamos previsto  esos desarrollos de la industria petrolera bajo una revolución a principios de la revolución en el 1999  cuando Chávez presentó su proyecto de Constitución donde se cambiaban las reglas sobre el petróleo, lo ocurrido hasta ahora era perfectamente previsible entonces. Entendíamos que el camino fiscal petrolero de la revolución se truncaría, generando un horizonte de quiebra de PDVSA en momentos, en los cuales la renta petrolera no alcanza para servir sus pasivos externos, cuentas por pagar a proveedores, contratistas, socios,  deuda financiera y la contribución fiscal que Iria en dólares al BCV para las reservas internacionales. Esa pervertida estructura financiera ha creado en el BCV una colosal deuda en moneda nacional fuente primordial de la hiperinflación y la escasez crónica de bienes primera necesidad.

EL “cuento” de  China: geopolítica con corrupción

La descapitalización de la industria petrolera y la eventual quiebra de PDVSA va acompañada de una situación fiscal apremiante, in sostenible, y no generada a 60 dólares el barril, sino a los precios de hace meses de  100 dólares/barril. Ya Venezuela vivía una crisis de balanza de pagos sin solución. La crisis fiscal que ha generado la crisis de reservas internacionales la estamos pagando los venezolanos con hiperinflación, escasez de bienes primera necesidad., más impuestos, y empobrecimiento absoluto, además de los problemas naturalmente humanos generados por una diáspora generada por una razzia étnica, que acompaña el proceso de desmantelamiento de las bases sociales, culturales y económicas de lo que era la clase media venezolana, el 35% de la población en los tiempos prerrevolucionarios.

Simultáneamente, sobre la industria petrolera y PDVSA se montó una enorme deuda con un letal peso financiero contra la renta del petróleo, lo cual hace que del turnover anual de PDVSA (2014) más del 15% tenga que ir al servicio de esa carga financiera, además del peso de unos acuerdos de suministros cuya factura ha sido esencialmente política, el acuerdo chino, una de las más borrascosas y anti rentables políticas petroleras de cambiar un mercado con cinco días de sus puertos, por otro mercado a 45 días de viaje por los océanos.

El costo de oportunidad, solo de esa operación se consume 25% del precio de cada barril enviado a China, a cambio que el préstamo chino fuera trasferido al gobierno para pagar la factura del Estado obeso mórbido que la revolución ha construido, componente esencial del derroche fiscal de los últimos cinco años, y causante inmediato del agotamiento de los petrodólares, y de la crisis de balanza de pagos que tiene a la economía sin divisas. Ello ha desquiciado el mercado cambiario y los precios por el dólar, operando bajo una escasez extrema que desato un violento proceso de envilecimiento del bolívar dirigido a financiar el enorme déficit fiscal que nos ha servido una hiperinflación y una consustancial escasez masiva. 

Finanzas de PDVSA, se acabaron los dólares: colas para la leche

Esa perversa estructura financiera y fiscal de  canjear petróleo por ingreso fiscal en bienes, proyectos, servicios, etc. a China  desmaterializado en manos de BANDES, FONDEN, PDVSA y el Tesoro enajenaron el ingreso fiscal que ortodoxamente y durante anos fluía de PDVSA al Tesoro a través del BCV donde se vendían los dólares, como flujos de las reservas internacionales, para con los bolívares recibidos pagar la factura petrolera al fisco en impuestos, regalías, y divídenos, todos eso se pervirtió, y al final lo pudimos ver con la explosión del dólar paralelo en octubre 2012 y que se habíamos anunciado en el 2010 cuando se produjo la razzia a las casas de Bolsa para sacarlas del negocio de la compra y venta off shore del dólar. Ya se tenía el entramado financiero y político –lisase corrupción- que produjo esa razzia,  y que nos anunciaba que los dólares del petróleo, simplemente se estaban agotando.

A la opinión publica le ha costado mucho tiempo comprenderlo, ha habido una confabulación de la corrupción, la conexión de enchufados y las finanzas de la banca pública y privada, cierta banca de inversión internacional para tapar el desmadre financiero y económico que generan los pervertidos mecanismos financieros entre BANDES, FONDEN, tesorería de PDVSA y Nacional, y asociados de las finanzas privadas, para evitar que la opinión pública con sumiera lo que era un hecho, el desvió de los fondos al fisco y al sistema financiero, y el drenaje de las reservas internacionales. A partir de 2012PDVSA comenzaría a endeudarse en el BCV con bolívares para poder pagar impuestos, ganancias y regalías al gobierno, 

La “nueva clase” y el petróleo: la crisis fiscal

El peso financiero, de los costosos acuerdos políticos para suministros de petróleo a China, Petrocaribe, incluida Cuba, ALBA, Irán, Siria, Bielorrusia, Mercosur, de las deseconomías que ya habían comenzado a afectar a la industria petrolera y a la renta del petróleo en consecuencia, se verían retratadas en la escasez de divisas en el controlado mercado cambiario. El dólar paralelo, un solo precios, mostraba como una tomografía, la perversión financiera que se había generado al convertir al petróleo finanzas para sostener a un régimen político depredador.

Los intereses políticos y mercantiles de un sector político y de una vasta clientela que abarca de humildes ciudadanos de a pie hasta grupos mercantiles económicos, militares, políticos,  a los cuales el negocio petrolero ha sido esencialmente el usufructo de la renta sin que mediara arbitraje alguno, o relación económica definida por el mercado; es decir, posicionarse sobre mecanismos de captura de renta –sin compensación a la sociedad- a rapiña limpia, con favores del Estado, corrupción diversa, reparto de renta a grupos políticos, colectivos violentos por ejemplo, todo bajo el poder de la nomenclatura que usufructo sin derecho, ha ocurrido bajo el incentivo de la renta del petróleo. NO es nuevo ha ocurrido así desde hace décadas, particularmente cuando se revertieron concesiones y de creo el monopolio estatal, el gran error de la Venezuela petrolera y el que la amenaza a convertir en un “parque temático”

Es la historia de más de cien años, desde aquella primera concesión otorgada por el Estado a empresarios tachirenses en 1886 hasta la materialización del monopolio estatal en el segundo acto que sucede en tres década al primer acto con  la reversión y la creación de la empresa petrolera del estado con el monopolio sobre la administración y redistribución –vía gasto fiscal- de la renta del petróleo. Así transcurrieron los grandes errores en la historia del petróleo venezolano en los últimos 30 anos.

Una buena noticia: La quiebra de un modelo rentista nacido en 1975



El primero, la estatización, nacionalización y reversión de las concesiones, y el segundo con el reventón de la confianza, el activo, que pese a la historia del camino que llevo a la reversión en 1975, mas importante para la explotación de un recurso, en asociación con inversionistas extranjeros porque en el país no estaba disponibles ni los fondos ni la tecnología requerida para echar a andar la industria petrolera. El último gran error tiene factura constitucional y legal, la LOH y sus reformas, en el primer caso, el artículo 12 que entrega la renta a la Republica, léase gobierno y fisco, a discreción.

La conversión de PDVSA en una empresa con arraigo fiscal, que ejecuta actividades fiscales propias del gobierno, además que redistribuye directamente la renta del petróleo a una vasta clientela, trajo las perversiones comerciales y  financieras y económicas que han puesta a PDVSA de rodillas. El Crédito Chino pertenece a esta cosecha de perversiones, impuso sobre PDVSA una estructura productiva en utilidad de la demanda china y en desmedro de la propia industria petrolera nacional. Conducido bajo un esquema financiero primitivo donde el petróleo se canjea a China por proyectos, mercancía, asistencia financiera, todo de factura fiscal  by-passeando a la industria petrolera –PDVSA-  y el resto desviado para ser transado opacamente por instituciones financieras del Estado –BANDES- donde ya se sabe se ha generado una colosal corrupción y desvió de fondos de los cuales los venezolanos no tienen el menor conocimiento de lo que ha pasado con ellos. Una docena de burócratas contrapartes en China en esas relaciones financieras del Crédito Chino, están hoy tras la reja por corrupción. 

Petrocaribe y la asistencia petrolera a países del ALBA donde PDVSA no cobra ni con mercancía entrega créditos más baratos que los que contrato PDVSA en el mercado internacional acumulando solo una deuda cercana a los 4000 Millones de dólares, agregando las “subvenciones financiera” a Cuba por un acto de solidaridad, como le oímos decir en muchas ocasiones a Chávez. Todo unido al reparto de la renta allende los mares buscando el apoyo internacional a una revolución que monopolizaría la renta, especialmente en su denominación en dólares, a través del control de cambio, y del gasto público en la moneda local, hasta que la crisis fiscal se tragaba a PDVSA y el “ahorro” de la renta petrolera en fondos públicos, y 78.000 millones de dólares en deuda financiera. Al final nos queda una colosal deuda financiera, contingente, comercial de 145 mil millones de dólares y una industria petrolera convertida en apenas el 9% del PIB, hace quince años era el 23.5% del PIB. Los activos reales descapitalizados y arruinados, el 25% en términos del PIB de activos privados en producción, en manos del Estado, arruinados y generando  obligaciones fiscales.  Ese inmenso obeso mórbido, no tiene como financiarse, sino creando pobreza, incapaz de crear riqueza.

Con petróleo en el subsuelo, pero sin poder producirlo



El capital petrolero, perdido a medias con la reversión y monopolización de la industria petrolera, costo y que costo años en recuperarse hasta la apertura de los noventa, se ha desvanecido en la peor de las circunstancias históricas, políticas y econo9micas que país en el mundo recuerde, quizás Irán en 1978. El PIB per cápita vuelto añico seis menor que el de hace 20 años, y el tamaño de la economía venezolana medido en términos de paridad de poder de compra, en unos 25 dólares aproximadamente se reduce a apenas la tercera parte del PIB del 1995, a 180 mil millones de dólares!.  A ello se agrega la descapitalización del capital humano con una diáspora de cerca de 250 mil venezolanos emprendedores, capacitados para el desarrollo tecnológico de hoy viviendo en otras latitudes abriendo se camino. EL empobrecimiento ha llegado a tales niveles que el 65% de la población económicamente activa no tiene oficio definido, pertenecen al mercado laboral de no capacitado.

Con el progreso tecnológico en el mercado y petróleo explotado en mercados seguros, estables y respetuosos del Estado de Derecho, y con el acelerado cambio de la matriz mundial en el consumo de energía, la probabilidad de hacer de las reservas petroleras en la FPO un negocio rentable se alejan. El Premium de riesgo del precio petrolero venezolano en la FPO es demasiado alto, un país que perdió el capital más preciado, TRUST, la confianza, con esos costos de transacción elevados por ;a prima de riesgo mencionada el petróleo de la FPO no es rentable, quien lo produce, los actuales socios? De ellos apenas tres empresas tendrían futuro, otras en planes de irse.



Que queda detrás un país mendingando capitales, como recién lo hacía en la última reunión de la OPEP, Venezuela mendingando su subsidio de los mayores y más solventes productores del Golfo Pérsico, Arabia Saudita, Kuwait, EAU, a recibir por un recorte de la producción de petróleo, cuando, pese a haber “recortado” o dejado de producir en ocho años más de 850 mil barriles por día, pasaba por la vergüenza de exigir un recorte a la OPEP, cuando PDVSA no lo puede hacer, en parte por correr una renta petrolera negativa, su descapitalización y la onerosa restricción fiscal producida por la corrupción, el derroche, la mala inversión y el peso muerto de los acuerdos de venta de petróleo le impedía recortar un solo barril de petróleo al día.

Todo comenzó con estatización y  extensión del monopolio estatal hasta el dominio de las empresas mixtas, luego vino la pérdida por expulsión de un valioso capital humano acumulado por décadas, millones de horas hombres fueron exportadas a otras latitudes. Despeas vino la desinversión generada por el peso muerto de la restricción fiscal, una mala decisión económica, fatal, fundida en una posición ideológica basada en el reparto del pan, olvidando aquella parodia en el desierto por Jesus cuando multiplicó panes y vinos, quizás la primera lección económica del mundo occidental.

Esas decisiones han ha llevado a Venezuela al desfiladero de tener petróleo son poder producirlo rentablemente. Se destrozó al capital privado, se empobreció la infraestructura industrial y agropecuaria para sostener los grupos mercantiles, en ocasiones actuando como mafias importadoras que sustituyeron la arepa criolla por la arepa importada y que desplazaron a los productores privados venezolanos del campo, la industria el comercio y las finanzas. El Estado posee activos económicos convertidos en chatarra y capacidad instalada destruida de un 75% en términos del PIB, incluyendo el reparto y gasto de la renta   petrolera. Ante el impacto financiero y económico de ese fenómeno destructor de la industria petrolera y no petrolera, la escasez de divisas era un dato, y su impacto empobrecedor lo imponían los controles a la  libertad económica, controles de precios y de cambio, que inclusive la oposición política oficial no termina de comprender, sentadas en manos de grupos y mercaderes que han  mediatizado su ejercicio político. La hiperinflación vendría como  consecuencia de un insostenible déficit fiscal producido por el Estado, especie de obeso mórbido, que no tendría remedio, sino la muerte natural.

El ahorro nacional licuado por la hiperinflación y la devaluación producida por escasez de reservas internacionales y ahorro externo. La fuerte salida de capitales por desinversión de venezolanos y extranjeros y el cierre y traslado  a otros países el capital productivo nacional empobreció al capital humano, así las tres cuartas partes de la oferta laboral en el mercado es por empleo para no calificados, ello ha transformado el paisaje social venezolano con una clase media envejecida y empobrecida, el 67% de los venezolanos devengan salarios mínimos, la sociedad está más igual hacia abajo, el socialismo como fenómeno aducido por la socialización de la pobreza esta implantado, las colas son no la respuesta a la coyuntura, sino el mecanismo de control social y político –domesticación- al cual el gobierno apelo p[ara distribuir una producción de bienes y servicios que colapso este ano en un 30%. Lo peor está por venir, Venezuela es hoy muy, pero muy pobre.

http://keepitpureandsimple.wordpress.com/2013/10/22/recicla-y-disena-con-neumaticos/
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
Administrador del Grupo Yahoo corredor_inmobiliario
Asesor Inmobiliario, de Seguros e Inversiones
twitter: @Henry_Medina
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