Danela Luces Rondón
Clientes exigían venta de cemento frente al depósito del negocio
Anaco.- “No estamos pidiendo ni robando. Somos pueblo y necesitamos que nos vendan el cemento”.
Esa frase fue repetida varias veces por el ama de casa Magalys Rodríguez, quien junto a decenas de personas se agolpó a las puertas de un depósito, ubicado en la avenida Portuguesa de Anaco, para exigir que les vendieran el producto.
Rodríguez había llegado a tempranas horas de este viernes, para esperar que los obreros del establecimiento Ferretería Italia descargaran la gandola con 672 sacos de cemento.
Relató que ha tenido que dormir cuatro veces en las inmediaciones del mercado municipal, donde están ubicadas tres ferreterías, para adquirir el producto, pues está remodelando un local.
Dentro del grupo que esperaba también se encontraba el albañil Pedro González, quien dijo que desde hace tres meses trabaja en la construcción de una vivienda en la calle Libertad, pero la obra está paralizada porque no consiguen el insumo.
“Esto es un abuso. Nos dicen que no van a vender nada porque ellos tienen una bloquera. Llevo mes y medio sin conseguir ni un saco y aún me faltan como 150. A este ritmo no me quiero imaginar cuándo terminaré. Aquí no respetan nuestros derechos”.
José Barrios era otro de los que aspiraban a comprar cemento. “Necesito cinco sacos para terminar de frisar mi casa”.
La mayoría de los presentes alegaba que en ese local reciben cemento tres veces por semana.
“Afirman que ellos tienen una bloquera y que por eso no venderán nada. Pero eso es mentira porque cuando deciden vender, lo hacen con sobreprecio. No entregan factura. Sólo dan un recibo en el que no especifican nada”, dijo Manuel Hernández.
Dimes y diretes
La situación se puso tensa, pues mientras los clientes pedían a gritos que les vendieran, funcionarios de la Policía Municipal de Anaco custodiaban el portón de acceso.
Los uniformados insistían en que no se expendería ni un saco, mientras el propietario del negocio indicó que no ofrecería declaraciones a la prensa.
Casi a las 10:00 am, un funcionario de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) llegó al sitio y pidió a los presentes que se retiraran porque la carga sería destinada a la bloquera que suministra material al programa gubernamental Gran Misión Vivienda.
De inmediato, varios de los presentes acudieron a la sede de la GNB.
Según informó José Barrios, en la sede castrense les informaron que no habían autorizado la intervención de ningún funcionario de ese organismo para que mediara en el asunto.
“A los propietarios no les quedó más opción que vender una parte de la carga, gracias a que la GNB actuó de manera transparente”.
Barrios aseguró que expendieron tres sacos por persona para un total de 255 unidades.
50 bolívares
Fue el precio que pagaron los clientes que pudieron comprar cemento durante la mañana de ayer. Aseveraron que la mayoría de los consejos comunales hacen “negocios” , pues venden el insumo hasta en 300 boívares.
El Tiempo
02-08-2014
Recopilado por:
Lic. Henry Medina
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