martes, 24 de septiembre de 2013

Las cifras y acciones desconocidas de Pdvsa

Si existiera una conciencia política colectiva del gobierno y la oposición y conocimiento de todos los sectores del país, sobre la situación de la industria petrolera, ya se habría declarado una alerta roja.

Dos cifras revelan importantes sucesos. En el pasado se exportaba cada día un cargamento (250.000 barriles) de productos derivados del petróleo hacia el exterior (gasolinas, diesel, jet−oil, combustible de calefacción), adicionales a los contratos de petróleo crudo que se hacían con empresas de Estados Unidos y el resto del mundo, o los actuales con China, PetroCaribe y otros amigos del régimen. Resultaban ingresos estimados de 9.000 millones de dólares.

El significativo contraste se entiende de inmediato, cuando desde el año pasado se están importando un aproximado de 180.000 barriles diarios, de esos productos derivados del petróleo (gasolina, diesel etc.) que antes se exportaban. Gasolina por mayor demanda del mercado interno y diesel para alimentar las plantas eléctricas por déficit de gas.

Para cualquier cálculo, dijeron los expertos y analistas, fije el precio del barril a 100 dólares. Significan 6.000 millones de dólares anuales de egresos.

En dos palabras agregaron: La potencia era exportadora de productos y ahora es importadora, con una materia en la que estamos involucrados hace 100 años. Puede aceptarse ser una emergencia de unos días o semanas, pero se ha convertido en un hábito porque las importaciones son hace muchos meses.

Otra falla muy significativa, usando cifras oficiales del PODE (Petróleo y otros datos estadísticos). Haciendo abstracción de los millones de barriles en reservas probadas, calculadas en 260.000 millones de barriles, en la práctica del negocio se denominan reservas probadas "desarrolladas", las áreas y campos petroleros, donde se extrae petróleo y gas cada día. Durante décadas ese ha sido el pan nuestro de cada día y disponíamos de unos 10.000 millones de barriles.

Por no pasar por allí para extraer crudos y darle mantenimiento, en los últimos 5 años han bajado a 8.300 millones de barriles. Eso explica los cientos de pozos cerrados con capacidad de producir y la caída de la producción diaria. Otra falla o falta de inversión oportuna desde el 2001 en las refinerías venezolanas (Amuay, Cardón, Puerto La Cruz, El Palito y Bajo Grande (esta última cerrada).

La totalidad de estas refinerías producían en el 2001 un porcentaje de 35 por ciento de gasolina y naftas, 40 por ciento de jet y destilados y 17 por ciento de destilados. En el 2012, esas mismas plantas procesan 30 por ciento de gasolinas y naftas, 31 por ciento de jet y destilados y 26 por ciento de destilados (los productos de menos valor).

LAS PARADAS DE EMERGENCIA Según los expertos, Los cambios y actualización de las refinerías que estaban programados unos y en proceso otros no se han hecho. Los gerentes de mercadeo siempre dicen "nadie compra petróleo" la gente compra gasolinas, diesel, naftas y otros gasolina de aviación y lubricantes, que son los productos de mayor valor y ganancias.

Agregan que una refinería puede ser gigantesca, pero su rentabilidad está en disponer de las unidades que conviertan el petróleo después de los primeros procesos de refinación atmosférica, en productos de mayor valor. Eso lo hacen las unidades de conversión de craqueo catalítico y coquificación retardada.

Esas unidades están teniendo problemas desde hace años.

Cada día nos sorprenden las paradas de emergencia y las paradas no programadas. Esos términos se dicen normalmente, pero cuando se dispone de llamada a parada, hay que contratar una fuerza laboral extra casi igual a la nómina diaria, que cuesta sumas fabulosas.

El gobierno ha estado demorando esta decisión de aumentan los proyectos de conversión. Sin embargo se lanzó en los proyectos de construir tres nuevas refinerías: Cabrutica, Batalla de Santa Inés y Petrobicentenario. A eso dijeron los asesores japoneses de refinación, de no hacerlas. Pero tuvieron más éxito los deseos personales del expresidente Chávez, por razones sentimentales o promesas electorales, construir refinerías en desiertos o en selvas.

La sugerencia técnica era fortalecer y aumentar las unidades de conversión de craqueo catalítico y coquificación retardada y evitar esas inversiones fabulosas, que siempre nos cuestan más, que a otros países de la región.

Tantas críticas a la cuarta república, en sus años fulgurantes de la Gran Venezuela o la Venezuela Saudita, del gobierno de Pérez, que se repiten ahora con lo de gran potencia en todo, como hacer refinerías en un desierto o una selva.

Tal Cual
23-09-2013

Recopilado por:
Lic. Henry Medina
Administrador del Grupo Yahoo Corredor_Inmobiliario
Asesor Inmobiliario, de Seguros e Inversiones
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