En los últimos días ha habido un movimiento inusual de obreros y maquinarias en el conjunto residencial expropiado El Encantado (Macaracuay). Tras un año de haber sido intervenido, la construcción finalmente arrancó. Los integrantes del consejo comunal, sin embargo, tienen sus reservas, pues aseguran que no está activa al 100%."La solución va a venir, pero no tan rápido. Van a quedar cosas sin hacer o sin terminar, porque el banco va a financiar lo básico para garantizar la habitabilidad, no más. Nos tocará a nosotros mejorar los detalles para poderle dar valor a nuestra propiedad", contó Juan Montes, miembro del consejo comunal.Quienes compraron apartamentos allí los han tenido que pagar caros en términos de tiempo y angustias. Por no contar los casos de los que deben costear alquileres hasta tanto no estén listas las viviendas.Miguel Ángel Álvarez, propietario de la etapa IV, en la que solo está en pie una de cuatro estructuras, recuperó el optimismo con la Gaceta Oficial del 13 de octubre de 2011, en la que se ratifica el compromiso que la Asociación Bancaria de Venezuela firmó en mayo con el Gobierno, en donde se comprometía a financiar los trabajos. Ahora, según la Gaceta, también serán funciones del banco seleccionar las empresas constructoras y gerenciar las obras."Antes era el Ministerio de Vivienda, a través de la Junta Administradora, quien se encargaba de todo eso. Ellos demostraron no ser eficientes, así que ahora, en manos del banco, sentimos un alivio. Aunque el Ministerio sigue ejerciendo funciones supervisoras", explicó Álvarez.DecepciónJuan Montes, fue uno de los propietarios que denunció manejos inadecuados de la constructora ante Indepabis en enero del año pasado: "No estoy arrepentido, porque había un sistema viciado, pero sí decepcionado. El Gobierno hizo una fiscalización y la obra arrancó a toda máquina en julio del año pasado, pero luego vino la expropiación y fue una decisión apresurada". Para Montes, tampoco ha sido resuelto el problema de fondo: crear una normativa para los inmuebles en preventa.En urbanismos como Terrazas de la Tahona, que enfrenta una medida especial de protección, no se han entregado ninguno de los 144 apartamentos, a pesar de que en el momento de la aplicación de la medida la obra tenía 80% de avance. En un año no se ha puesto otro ladrillo y ahora los compradores, agrupados en una Asociación Civil, tendrán que asumir cuotas extras.
MAYE ALBORNOZ , JAVIER BRASSESCO
El Universal
02-11-2011
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